miércoles 28 de enero de 2009

Cómo dormir la siesta

En los últimos años la siesta tan característica de la vida española y latinoamericana ha ido ganando respeto en otros lugares del mundo gracias a las pruebas científicas de que una cabezada a mediodía beneficia tanto la agudeza mental como la salud en general. Numerosos estudios han indicado que la siesta mejora la agilidad mental, la creatividad, el humor y la productividad en las últimas horas del día.

Una siesta de 60 minutos mejora la agudeza mental hasta 10 horas. Las investigaciones realizadas con pilotos indican que una siesta de 26 minutos abordo (mientras la nave es pilotada por un copiloto) mejoró su rendimiento un 34% y la agudeza mental un 54%. Un estudio de Harvard publicado el año pasado mostró que que una siesta de 45 minutos mejora el aprendizaje y la memoria. Dormir la siesta reduce el estrés y disminuye el riesgo de infarto, apoplejía, diabetes y aumento excesivo de peso.

Incluso la siesta más breve es mejor que nada. Un estudio realizado en el 2008 en Düsseldorf mostró que el comienzo del sueño puede disparar procesos de memoria que conservan su eficacia incluso si el sueño se limita tan solo a unos cuantos minutos. Y el año pasado, un estudio británico sugirió que sólo saber que llegaba la siesta era suficiente para disminuir la tensión arterial.

La siesta mejora el cerebro, la salud y la seguridad, pero para saber cuál es el mejor modo de dormir la siesta debemos entender nuestro cuerpo.

¿Cuánto tiempo debemos descansar?


Para diseñar la mejor siesta hay que aprovechar sus componentes potenciales. Durante el sueño, la actividad eléctrica de nuestro cerebro pasa por un ciclo de cinco pases.
Una pequeña siesta a mediodía de 20 minutes conduce en la mayoría de los casos a la Fase 2 del sueño, que potencia la agudeza mental y la concentración, mejora el humor y agudiza las habilidades motoras. Para mejorar el estado de alerta al despertar se puede beber una taza de café antes de la siesta. La cafeína tarda unos 20 o 30 minutos en surtir efecto, por lo que entrará en acción cuando te estés despertando. Las siestas de hasta 45 minutos pueden incluir también la fase REM (movimiento rápido de los ojos), que mejora el pensamiento creativo y potencia el procesamiento sensorial.

Es conveniente limitar la siesta a 45 minutos o menos si necesitamos pasar a la acción después de la cabezada. De lo contrario podríamos caer en el sueño de onda lenta. Despertar durante esta fase puede conducir a la inercia del sueño, con un aturdimiento y desorientación que pueden durar media hora o más.

Pero puede que queramos dormir una larga siesta, de al menos 90 minutos. Muchos de nosotros dormimos una hora u hora y media menos de lo que necesitamos por las noches. Un estudio reciente indica que el cerebro con carencias de sueño salta de una actividad normal a completos lapsus (o fallos), un estado peligroso de respuestas ralentizadas y confusión.

Las siestas de entre 90 y 120 minutos suelen incluir todas las fases del sueño, incluidas la REM y la del sueño profundo de onda lenta, sirviendo para a aclarar la mente, mejorar la memoria y recuperar el sueño perdido. Las cabezadas más largas por la mañana conllevan más fase REM, mientras que las de la tarde ofrecen más sueño de onda lenta. Una siesta lo suficientemente larga como para incluir un ciclo de suelo completo, al menos 90 minutos, limitará la inercia del sueño permitiéndonos despertar desde la fase REM.

Fuente: The Guardian Napping Guide

martes 27 de enero de 2009

Cómo pedir perdón

Consejos para disculparse.

Arrastrarse: No es necesario postrarse de rodillas suplicando, pero sí hay que dejar claro que estamos pidiendo perdón y que nos importa si nos lo conceden o no. El nivel de postración requerido dependerá del motivo por el cual estemos pidiendo perdón. No es necesario exagerar si nos estamos disculpando por una tontería sin importancia, como haber roto una taza de un amigo, pero si le hemos destrozado el coche sí tendremos que disculparnos con mayor insistencia.

Esperar el momento oportuno
: Intentar disculparse cuando todavía se está furioso es buscar problemas, es mejor esperar a calmarse antes de disponerse a enterrar el hacha de guerra. Esta táctica tiene el beneficio añadido de que si esperamos lo suficiente, puede incluso que se disculpe antes la otra persona.

Dar explicaciones: Pero no poner excusas. No hay nada malo en explicar las circunstancias que nos llevaron a, por ejemplo, acostarnos con la ex-pareja de nuestro/a mejor amigo/a, pero sin intentar justificar nuestras acciones. Del mismo modo, no hay que usar la disculpa como trampolín para un segundo asalto del argumento inicial. Se supone que nos estamos disculpando, no soltando todo lo que nos habría gustado decir en la discusión inicial.

Ser perseverante : Si hemos hecho algo realmente malo, debemos estar preparados para la posibilidad de que nuestra disculpa no sea aceptada. En algunas circunstancias, "lo siento" suena realmente inadecuado, pero es todo lo que tenemos, por lo que hay que insistir. Repetir una y otra vez estas palabras puede aumentar el impacto de nuestra disculpa; también suele ayudar acompañar la disculpa con grandes gestos. Las flores son una elección popular y auto humillarse en público también suele funcionar bien.

Perdonarse a uno mismo
: Si intentamos disculparnos y arreglar las cosas, pero no lo conseguimos, tan solo podemos aprender de nuestros errores y seguir adelante. La culpabilidad es un sentimiento negativo, y no conviene aferrarse a ella.

Evitar tener que disculparse : Es fácil discutir y no solo con otros miembros de la familia; también con compañeros de trabajo, amigos o parejas. Las oportunidades de que se produzcan tiranteces son interminables. Lo ideal sería que raramente acabáramos llegando a un conflicto (y en caso de hacerlo, que fuese culpa de otro), pero en realidad, todos acabamos cayendo en el error en alguna ocasión. Puesto que no conviene vivir con heridas y resentimientos, en ocasiones no queda otro remedio que disculparse.

Fuente: The Independent

miércoles 21 de enero de 2009

Como proteger sus ahorros en tiempos de crisis

Algunas preguntas comunes y consejos prácticos para personas preocupadas por cómo mejor guardar su dinero ante la actual crisis bancaria.

Me preocupan los bancos, ¿debería guardar todo mi dinero bajo el colchón? No. En caso de robo, las pólizas de seguros estándar solo suelen cubrir hasta 500€ de dinero en efectivo. Según los resultados de una encuesta realizada por la entidad británica Halifax, los cuatro escondites más frecuentes cuando se guarda el dinero en casa son:
(a) bajo el colchón;
(b) en el cajón de los calcetines;
(c) encima del armario; y
(d) en la mesilla de noche. No conviene ayudar a los ladrones escondiéndolo en uno de esos cuatro sitios.

¿Debería comprar una caja fuerte? Los fabricantes de cajas de seguridad han observado un repentino aumento en las ventas (hasta un 25% a lo largo del año), pero probablemente sean mejores para documentos que para dinero en efectivo. Además, las compañías de seguros no nos pagarán más de la cantidad estándar establecida aunque tengamos una caja fuerte.

Mi banco tiene pérdidas. ¿Es hora de quitar mi dinero? No. Los FDG (Fondos de Garantía de Depósitos) garantizan hasta 100.000 euros por depositante en cada entidad de crédito por lo que nuestros ahorros están protegidos hasta esa cifra.

Entonces, si tengo más de 100.000 euros en un banco debería mover parte? Sí. Si un gran banco da en quiebra, el gobierno puede restringir los pagos al límite de 100.000 euros, por lo que conviene repartir el dinero entre diversas instituciones, que no pertenezcan al mismo grupo. También podemos analizar la seguridad de los bancos y cajas de ahorro consultando las valoraciones (ratings) de las principales agencias (ver aquí) que ofrecen una aproximación hacia la vulnerabilidad potencial de las entidades bancarias, aunque se debe entender como simple aproximación porque el sistema de medición no es infalible.

Quiero comprar mi primera vivienda. ¿Me ayudará el reciente rescate de la banca a conseguir una hipoteca? Los recientes rescates a la banca no han funcionado, por lo que no se puede confiar en obtener una hipoteca. Es simple, durante años, las sociedades hipotecarias han estado prestando más dinero del que ingresaban los que ahorraban. El desajuste lo financiaron los bancos vendiendo títulos con garantía hipotecaria. Pero dicho mercado resultó un fracaso, ya que las entidades crediticias solo han podido prestar lo que tienen en ahorros (alrededor de entre un tercio y la mitad de lo que hacían antes). Las medidas del gobierno deberían, al menos, empezar a engrasar las ruedas del mercado de crédito hipotecario para ponerlo en marcha otra vez, pero todavía no lo han logrado. La buena noticia es que los intereses han bajado, por lo que si se consigue negociar una hipoteca, se pagará menos.

¿Bajará ahora el porcentaje la señal requerida? No se puede confiar en eso. Nadie quiere prestar más del 85% del valor de una casa cuando la mayoría de las previsiones apuntan a que los precios de las casas seguirán sufriendo caídos importantes este año. La demanda de señales importantes no variará hasta que el mercado inmobiliario se estabilice.

viernes 16 de enero de 2009

Como organizar un viaje romántico

Nos acercamos al día de San Valentín y este año cae en un fin de semana, así que resulta la ocasión perfecta para organizar una escapada romántica con su pareja. Aquí ofrecemos unos consejos para asegurar el éxito de un viaje romántico y para que vuelvan más enamorados que nunca.

Evitar los sitios visitados con parejas anteriores: cuando se llegue a un sitio realmente agradable, es importante no mencionar que recordamos haber estado allí con un amor anterior - no resulta nada romántico compartir un lugar especial con la fantasma de una relación rota. Cuando estamos enamorados nos gusta la exclusividad.

El dinero no puede comprar el amor, pero sí ayuda: decir que vamos a París es una cosa y decir que hemos encontrado un conductor polaco que nos lleva hasta allí vía Cracovia por 10€ es otra muy distinta. Hay que recordar que el trayecto es la parte más romántica del viaje; una vez allí habrá que recorrer las galerías de arte pasando frío y hambre. Una buena idea es comprar champán para tren, coger taxis y acurrucarse.

Solteros, no pensar en el matrimonio: dejar de especular acerca de los sitios en los que puede surgir la petición de mano. Es aconsejable aparcar ideas relacionadas con la vida convencional y asuntos tan mundanos como el matrimonio a favor de vivir unos días mágicos.

Casados, no pensar en los hijos: bueno, pensar sí porque para la mayoría de madres sobre todo, lo contrario sería imposible. Pero evitar hablar de ellos y tampoco es necesario llamarles varias veces al día o mandarles mensajes por el teléfono cada dos por tres. Ya nos ocuparemos de ellos cuando volvamos. Ahora es el momento para disfrutar de su pareja.

Procurar no aprovechar el viaje para practicar un idioma
: cuando se intenta ser romántico hay que centrarse únicamente en la otra persona. Si uno de los dos está hablando continuamente con taxistas, camareros y demás extraños y el otro no entiende ni una palabra, sentirá que está en otras vacaciones totalmente aparte.
Conversar sobre temas intrascendentes: dos días son mucho tiempo, pero todo irá bien, mientras no hablemos del trabajo, la familia, los amigos, el fútbol, los gatos, la comida, la comedia, la política o la Navidad. Lo mejor es hablar de cosas triviales y, en caso de duda, besarse.