¡Cuidado con los juguetes magnéticos!

En una carta, publicada en la revista The Lancet, se advierte de los peligros que los imanes de los juguetes magnéticos pueden ocasionar en los niños cuando éstos son ingeridos accidentalmente.

Tragarse un imán puede causar perforación intestinal, obstrucción y enfermedades. Los juguetes magnéticos deben indicar claramente la existencia de elementos magnéticos.

Los autores explican el caso de dos niños que necesitaron cirugía para eliminar imanes ingeridos accidentalmente procedentes de juguetes magnéticos.

El primer caso es el de un niño de 18 meses de edad, que ingirió 10 pequeñas esferas magnéticas. El segundo es el de un niño de 8 años que se tragó dos bandas magnéticas de 2 cm de largo. En ambos casos, los niños experimentaron dolor leve del estómago, y los médicos encontraron que los imanes se habían alojado en sus sistemas digestivos.

Normalmente, los objetos pequeños que son tragados accidentalmente por los niños son capaces de pasar a través del sistema digestivo sin causar daños en el interior. Sin embargo, cuando se tragan varios imanes, éstos se atraen entre sí y atrapan tejidos internos blandos entre ellos, lo cual puede causar el desarrollo de fístulas.

Una fístula es una conexión anormal entre los tejidos blandos del interior del cuerpo, y puede provocar una enfermedad grave si no se trata.

Los autores advierten de la gran disponibilidad de juguetes magnéticos en donde las partes magnéticas se desprenden con facilidad. Es importante advertir a los padres sobre el riesgo de ingestión de los imanes, especialmente en niños pequeños, ya que una mejor sensibilización del público acerca de este riesgo, es clave en la prevención de este tipo de incidentes.

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