Signos y síntomas que indican deficiencia de Vitamina D

5 señales que indican que no tienes suficiente vitamina D

Muchas personas son deficientes en vitamina D sin saberlo. La forma de conocer si somos deficientes en vitamina D es mediante un análisis de sangre, pero hay algunos síntomas asociados a la carencia de esta vitamina que nos pueden poner en alerta.

¿Qué signos indican que tenemos deficiencia en vitamina D?

1. Sudoración excesiva

La sudoración excesiva puede ser un signo de deficiencia en vitamina D.  Si sudas con mucha frecuencia aunque tu nivel de actividad se mantenga constante y la temperatura ambiental no es elevada, considera la posibilidad de hacerte una prueba para conocer tus niveles de vitamina D.
 
 

2. Debilidad.

Además de por una deficiencia de hierro, cuando los niveles de vitamina D son bajos, también puede aparecer debilidad y cansancio.  Varios estudios han encontrado que el uso de suplementos de vitamina D aumenta el control muscular, lo que reduce la probabilidad de caídas en adultos.

3. Mayor tendencia a fracturas óseas 

Una mayor tendencia a que se produzcan fracturas óseas podrían ser una señal de deficiencia de vitamina D. A partir de los 30, la falta de vitamina D puede acelerar o empeorar los síntomas de la osteoporosis.

4. Dolor crónico

En algunas personas, la artritis o la fibromialgia puede estar en realidad asociada con una deficiencia de vitamina D. La falta de esta vitamina puede provocar dolor en las articulaciones y los músculos.
Otra cosa a tener en cuenta es que la vitamina D puede prevenir el dolor muscular postentrenamiento y aumentar la velocidad de la recuperación muscular.

5. Bajo estado de ánimo

Un diagnóstico de depresión es a menudo realmente vinculado a la falta de vitamina D.  Al parecer, la vitamina D es importante en las mismas áreas del cerebro y afecta a las mismas hormonas que afectan el estado de ánimo, como es la serotonina.

¿Cómo podemos obtener la suficiente cantidad de vitamina D?

Podemos satisfacer nuestras necesidades de vitamina D a través de la dieta, de la exposición al sol y si fuese necesario a través de suplementos de vitamina D.
 
 
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