Todas las partes del cuerpo necesitan ser cuidadas, y la parte más íntima del cuerpo de una mujer no es diferente.
Una vagina sana tiene un pH ácido (aproximadamente de 3,8 a 4,5) y contiene bacterias beneficiosas que ayudan prevenir las infecciones y a mantener un nivel de pH adecuado.
1. Lavar sólo con agua tibia
Para mantener la vagina limpia no es necesario el uso de ningún jabón ni producto químico.
Pero si se usan, se deben evitar los jabones o limpiadores fuertes en la vulva y/o en la vagina, ya que estos también pueden afectar el equilibrio de pH saludable y favorecer el crecimiento de bacterias y la aparición de infecciones.
2. Evitar las duchas vaginales
Las duchas vaginales pueden interferir con los niveles de pH de la vagina, haciéndola más propensa a sufrir infecciones.
3. Mantener una buena higiene durante la menstruación
4. Usar ropa interior de algodón.
La ropa interior de algodón permite una buena transpiración y por tanto evita el desarrollo de condiciones de humedad que favorecen el crecimiento de levaduras y bacterias que podrían conducir a la aparición de una infección.
En caso de usar ropa interior hecha de tejidos sintéticos hay que asegurarse que la zona que se encuentra en contacto directo con la vagina tenga un forro de algodón.
5. Mantener una dieta saludable
Llevar una dieta equilibrada y beber mucho líquido es clave para la salud vaginal y reproductiva.
6. Orinar después del sexo
7. Comer mucha fruta
8. Realizar exámenes ginecológicos regulares
Es recomendable acudir al ginecólogo en cuanto se empiezan a tener la primeras relaciones sexuales, y de forma regular realizar una visita cada dos años si no hay antecedentes o patologías.
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