Cómo motivarse cuando no estás de humor para hacer nada

¿Falta de motivación? Los 3 principales problemas con sus respectivas soluciones

Tal vez sentarse en el sofá suena más atractivo que ir a correr. Tal vez el agobio de ese gran proyecto te impide dar el primer paso. Por lo que decides «empezar mañana».

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Foto de Kinga Cichewicz en Unsplash

¿Qué es lo que hace que algunas personas parezcan más concentradas, enfocadas y motivadas hacia sus objetivos? ¿Las personas con autocontrol son superiores? ¿Tienen más músculos de motivación? ¿Nacen con más concentración?

La respuesta a todas estas preguntas es NO. El problemes que a la mayoría de nosotros nunca nos enseñaron estas habilidades. Seguro que te sabes todas las capitales de país, pero las habilidades para saber desempeñarnos en la vida no nos las enseñan en el colegio.

El problema

Se asume que saliste del vientre sabiendo gestionar tu tiempo, priorizar tus objetivos y motivarte en los momentos difíciles. No planeamos nuestro tiempo, y si lo hacemos no sabemos cómo adherirlo a una rutina.

Asumimos demasiado y luego nos confundimos con tantas direcciones. Para la mayoría de la gente el miedo es el gran culpable de todo esto. Muchos de nosotros creemos inconscientemente que deberíamos hacer algo distinto de lo que queremos. Lo aplazamos para evitar el dolor o porque creemos que no merecemos tiempo para nosotros mismos.

La verdad de todo esto es que la motivación no tiene que ver con la productividad. Nuestro error es no usar nuestro potencial y renunciar a la libertad en el proceso. Para todos aquellos que necesiten aprender a organizarse, aquí están los 3 principales problemas con sus respectivas soluciones:

1. «Estoy haciendo las cosas mal»

cómo motivarse cuando no tienes ganas

Apuesto a que hay días en los que no has parado de hacer cosas y a la noche te das cuenta que realmente no has conseguido hacer nada importante. ¿Me equivoco?

El secreto para conseguir tus objetivos no está en la cantidad de cosas que has hecho, sino en hacerlas bien.

Solución

Divide tu lista de tareas en 4 categorías 

  1. Importante – Urgente: cosas increíblemente importantes. Necesitan hacerse inmediatamente.
  2. No importante – Urgente: tareas que suelen ser molestas para tu día a día pero que tienen fecha límite. 
  3. Importante – No urgente: cosas importantes pero que no tienen un plazo inmediato. 
  4. No importante – No urgente: cosas que hay que hacer en algún momento, no importa cuándo. 

Sigue este orden para hacer tus tareas. Te ayudará a centrar tu atención y esfuerzo en lo que de verdad importa.

2. «Necesito un impulso para seguir adelante con mis metas»

Elige cada día 3 cosas que desees alcanzar ese mismo día. Si 3 te parecen demasiadas, elige menos. Y si crees que 3 no son suficientes, elige una cuarta para hacerla si tuvieras tiempo.

Al final del día haz un registro y comprueba si has conseguido tus objetivos. «¿He logrado lo que quería? Si es que no, hice las tareas adecuadas en el orden correcto? ¿Me he equivocado en ponerlas de categoría?«. Terminar unas pocas tareas de tus prioridades siempre será más importante que terminar 10 sin sentido ni propósito.

3. «Estoy paralizado. No puedo hacerlo»

cómo motivarse cuando no tienes ganas

Esto es lo que solemos pensar cuando intentamos hacer algo que no habíamos hecho antes. Pero todo consiste en crear una rutina productiva y exitosa para construir la autoconfianza. Reconocer que hay veces que sí te has sentido paralizado, pero fuiste capaz de empujarte y tomar medidas de todos modos.

Solución

Escribe una lista con todas las veces que te estancaste pero conseguiste salir. Puedes hacerla de problemas personales, trabajo, o lo que quieras. Luego pregúntate: «¿Qué logros me hacen sentir orgulloso en mi vida?».

Mira esta lista cada vez que las dudas te vengan. Yo por ejemplo tengo esta lista como un post-it virtual en mi portátil. Me recuerda todas las que he conseguido salir adelante.

Tus posibilidades de conseguir tu objetivo son tan fuertes como tus razones para hacerlo. 

Esto significa que si tu objetivo es «comer sano» no conseguirás hacerlo. ¿Por qué? Porque esa es una meta aburrida.

Pero si tu objetivo es «comer sano para sentirte bien, tener más energía para cosas divertidas, no gastar tanto dinero en comida rápida y así poder ahorrar para tus próximas vacaciones» probablemente sí lo logres.

Cuando tienes buenas razones, estás armado y preparado para cuando el sofá te llame, para cuando el miedo al fracaso aparezca, o para cuando tus viejos temores se levanten. Todo lo que tienes que hacer es revisar tu lista de por qué tu mejor tú quiere levantarse del sofá.

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  1. JUAN JOSE NAVA OCEGUERA 5 años ago

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