Los padres que se niegan a vacunar a sus hijos pueden estar contribuyendo directamente a los brotes de enfermedades.
Una nueva investigación ha relacionado la falta de inmunización contra la tosferina con los nuevos brotes de la enfermedad que se produjeron en 2010 en California, EE.UU.
En 2010 se produjo el mayor aumento de casos de tosferina de los últimos 60 años. En concreto se registraron más de 9.000 casos, incluidas 809 hospitalizaciones y 10 muertes. La gran mayoría de los casos se registraron en niños que no habían sido vacunados.
Imagen de Angelo Esslinger en Pixabay
La tosferina es una infección respiratoria altamente contagiosa causada por una bacteria que se transmite al toser o estornudar en lugares cerrados. Inicialmente se manifiesta como un resfriado común, con congestión nasal, estornudos, fiebre y tos, pero después de unos días esta tos se hace intensa e incontrolable, dificultando la capacidad respiratoria.
Los autores de la investigación promueven la necesidad de concienciar a los padres de la importancia de inmunizar a sus hijos, no solo para evitar su contagio, si no para proteger a otros niños que pueden tener un mayor riesgo de infección y que por ser demasiado jóvenes o por otras cuestiones, como alergias o por poseer un sistema inmunológico debilitado, no pueden recibir la vacuna.
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