Dietas milagro, una mala opción para adelgazar
Quieres perder peso lo más rápido posible.
Es normal que sientas tentación por seguir alguna de las miles de dietas milagro que hay hoy en día, pero te vamos a explicar exactamente cómo puede afectar a tu cuerpo este tipo de dietas, y porqué deberías evitarlas.
Puede reducir tu tasa metabólica
Para perder peso es clave tener un metabolismo alto.
Llevar una de estas dieta rápidas para adelgazar puede tener el efecto contrario, y hacer que tu metabolismo baje.
La pérdida muscular es mucho mayor en el caso de dietas extremas, en comparación con dietas más equilibradas que tienen un enfoque más prolongado y constante.
Tener menos músculo reduce la tasa metabólica, lo que a la larga puede hacer que vuelvas a recuperar el peso que habías perdido.
Puede debilitar tu sistema inmune
Si te privas de minerales y vitaminas esenciales para tu organismo va a aumenta el riesgo de que tu sistema inmunológico se debilite.
Un sistema inmune debilitado hace que sea más fácil que enfermes.
Por ejemplo, si eliminas completamente todos los alimentos grasos de tu dieta, la absorción de vitaminas liposolubles como A, D, E y K puede verse afectada. Estas vitaminas son muy importantes para el sistema inmunológico.
Puede causar la producción de cetona
Una dieta muy baja en carbohidratos, hace que nuestro cuerpo comience a descomponer los ácidos grasos para conseguir la energía que necesita.
Esto provoca la producción de cetonas.
Esto es lo que se produce con la dieta cetogénica. Puedes conseguir bajar de peso, pero también tiene algunos efectos secundarios perjudiciales, como náuseas, mal aliento y problemas hepáticos o renales.
Puede causar deshidratación
Seguro que has oído hablar de algunas dietas basadas principalmente en tomar zumos con las que se consigue perder peso rápidamente.
¿Sabes por qué se pierde peso tan rápidamente? Porque lo que estás perdiendo en realidad son líquidos, y eso no es lo ideal para perder peso a largo plazo.
Las reservas de glucógeno, que son una fuente de energía, se une al agua y se agotan más rápidamente que las células grasas. Cuando se agotan las reservas de glucógeno se liberará el agua.
Cuando comiences a comer de nuevo, tu cuerpo repondrá el glucógeno y acumulará agua, y esto provocará que vuelvas a aumentar de peso .
Si sigues este tipo de dietas, corres el riesgo de deshidratación, lo que puede provocar que aparezca dolor de cabeza y mareos.
Puede desencadenar problemas cardíacos
Algunas dietas más estrictas pueden tener efectos positivos para la salud, como disminuir la presión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar en la sangre.
Pero también pueden tener algunos efectos potencialmente dañinos para el corazón.
Puede dañar la calidad de tu cabello y piel
Cuando mantienes durante mucho tiempo dietas estrictas, en las que se limita la cantidad de vitaminas y nutrientes vitales para nuestro cuerpo, el cabello puede perder el brillo y caerse.
Esto mismo ocurre en la piel. Podría hacerse más seca y aparecer algo de acné.
Puede alterar los hábitos intestinales
Una dieta de choque puede ocasionar problemas en el estómago.
Cuando no consigues todos los nutrientes que necesitas a través de la dieta, tus deposiciones pueden ser irregulares y/o inconsistentes.
La materia fecal determina lo saludable que es nuestra dieta: si es demasiado líquida o aparece estreñimiento, es una señal de que debes hacer un cambio dietético.
Puede dejarte con bajos niveles de energía
Las dietas rápidas te hacen perder peso rápidamente, pero esta pérdida proviene principalmente de la reducción de las reservas de glucógeno y agua del cuerpo.
Esto puede hacer que te sientes más cansado, sin energía.
La falta de las vitaminas y nutrientes necesarios también va a contribuir a este cansancio.
Puede hacerte irritable
Las dietas que te hacen perder peso rápidamente pueden desencadenar que se libere corticosterona, lo que nos predispone a mayores niveles de estrés, irritabilidad y riesgo de depresión.
También puede provocar falta de concentración y problemas con el sueño, lo que también va a contribuir al cansancio.
Algunos consejos para perder peso saludablemente
- Trata «no tener prisa»
- Tener unas metas de pérdida de peso realistas
- Reducir el consumo de alcohol
- Reducir la ingesta de alimentos azucarados y procesados
- Incluir más proteínas magras
- Dieta rica en frutas, verduras, frutos secos, legumbres y cereales integrales
- Reducir los niveles de estrés
- Evitar los alimentos que contienen grasas trans
- Aumentar la fibra soluble en la dieta.
- Mantener un nivel regular de actividad física. Además de aumentar la tasa metabólica, tiene importantes efectos positivos en la salud mental
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