El déficit de atención con hiperactividad afecta al 5,8% de los niños en edad escolar. Los niños con TDAH actúan sin pensar, son hiperactivos y no pueden concentrarse fácilmente.
Todo el mundo tiene una dificultad ocasional para estar sentado, prestar atención, o controlar el comportamiento impulsivo. Sin embargo, para algunos niños y adultos, el problema es tan generalizado y persistente que interfiere con su vida cotidiana en el hogar, en la escuela, en el trabajo y en el entorno social.
El déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que afecta al 5,8% de los niños en edad escolar, y que se caracteriza por una impulsividad inapropiadas para el desarrollo, falta de atención, y en algunos casos, hiperactividad.
Aunque se desconoce la razón, los niños son tres veces más propensos de padecer este trastorno que las niñas.
Hasta hace poco se creía que los niños superaban el TDAH en la adolescencia, lo cual se debe a que la hiperactividad con frecuencia disminuye durante la adolescencia. Sin embargo, ahora sabemos que muchos de los síntomas continúan hasta la edad adulta, concretamente en el 60% de los casos de niños con TADH, los síntomas persisten hasta la edad adulta (es decir, aproximadamente el 4% de los adultos padecen este desorden).
Las personas con TDAH pueden tener mucho éxito en la vida, pero sin la debida identificación y el tratamiento, el TDAH puede tener serias consecuencias, incluyendo el fracaso escolar, depresión, trastorno de conducta, relaciones fallidas, y abuso de sustancias. Por lo que la identificación temprana y el tratamiento son extremadamente importantes.
¿Cuáles son los síntomas del déficit de atención con hiperactividad?
Por lo general, los síntomas del TDAH se presentan en la primera infancia y pueden persistir hasta la edad adulta.
Se divide en tres categorías o subtipos, cada una de las cuales con un tipo de comportamiento característico.
TDAH tipo predominantemente inatento (TDAH-I)
- No logra prestar atención a los detalles o comete errores por descuido.
- Tiene dificultad para mantener la atención de forma continua.
- No parece escuchar.
- Tiene dificultad para seguir las instrucciones.
- Tiene dificultad con la organización.
- Evita o le disgustan las tareas que requieren esfuerzo mental sostenido.
- Pierde las cosas.
- Se distrae fácilmente.
- Es olvidadizo en las actividades diarias.
TDAH con predominio hiperactivo-impulsivo (TDAH-HI)
- Juega con sus manos o pies o se retuerce en la silla.
- Tiene dificultad para permanecer sentado.
- Corre o salta excesivamente.
- Dificultad para realizar actividades en silencio.
- Actúa como si tuviera prisa.
- Habla excesivamente.
- Responde antes de las preguntas se hayan completado.
- Dificultad para esperar turnos.
- Tendencia a interrumpir o entrometerse.
TDAH tipo combinado (TDAH-C)
- Comparte características de los dos grupos anteriores.
¿Cómo se diagnostica el déficit de atención con hiperactividad?
No existe una prueba única para diagnosticar el TDAH. Por lo tanto, se necesita de una evaluación completa para establecer un diagnóstico, descartar otras causas y determinar la presencia o ausencia de condiciones coexistentes.
Tal evaluación requiere tiempo y esfuerzo y debe incluir una cuidadosa historia clínica y una evaluación clínica del funcionamiento académico, social y emocional del individuo y de su nivel de desarrollo.
¿Cuáles son las causas del déficit de atención con hiperactividad?
El TDAH es un trastorno hereditario complejo, que sin duda es el resultado de la interacción de muchos genes.
Se han encontrado que existen ciertas áreas en el cerebro que son aproximadamente entre un 5 y un 10% más pequeñas en tamaño y en actividad en los niños con ADHD. También se han encontrado cambios químicos cerebrales en estos niños.
Otros factores de riesgo desencadenantes del TDAH incluyen parto prematuro, bajo peso al nacer, daño en el cerebro al nacimiento, y que la madre fume durante el embarazo.
¿Cuál es el mejor tratamiento para el déficit de atención con hiperactividad?
El ADHD no puede curarse, pero puede ser manejado con éxito, logrando que el niño aprenda a controlar su comportamiento, y ayudar a las familias a crear una atmósfera en la que esta meta pueda lograrse.
Los medicamentos para el TDAH puede ayudar al niño a concentrarse mejor o a permanecer quieto, al menos a corto plazo. Pero hasta la fecha, existen poca evidencia de que mejoren el rendimiento escolar, las relaciones o problemas de comportamiento a largo plazo.
Por otra parte, existen dudas acerca de los efectos que estos fármacos puede tener en el desarrollo del cerebro de un niño. Y los efectos secundarios de tales como irritabilidad, pérdida del apetito e insomnio también pueden ser problemáticos.
No se trata sólo de tomar medicación. Hay muchos otros tratamientos eficaces que pueden ayudar a los niños con TDAH a mejorar su capacidad para prestar atención, controlar el comportamiento impulsivo, y poner freno a su hiperactividad.
Existen muchos estudios que demuestran que los medicamentos que se emplean para reducir el comportamiento impulsivo y la falta de atención son más efectivos cuando se combinan con terapias de comportamiento.
La terapia de comportamiento intenta cambiar patrones de conducta mediante la reorganización del ambiente escolar y familiar, la comunicación de instrucciones y órdenes claras, así como el desarrollo de un sistema de recompensa para las conductas apropiadas.
Por tanto, hay que tener en cuenta que la medicación es una herramienta, y no una cura. Y que es más eficaz cuando se combina con otros tratamientos que se ocupan de los problemas emocionales y de comportamiento.
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