Los exámenes, las amigas, el trabajo, los pedidos online, las series de Netflix…¡la vida, la vida en general! a veces nos pone en pequeños aprietos para que pongamos a prueba nuestra habilidad para dominar nuestro gusto por el estrés.
Veamos en cuántas situaciones de estas te has visto reflejado:
1. Que nos digan, «tenemos que hablar»
Pensamiento ansioso: «Me van a echar/dejar/A mí madre le ha pasado algo horrible. ¡¡Dime qué es!!».
2. Tener una primera cita
Pensamiento racional: «Será divertido. Conoceré a alguien nuevo y será una nueva experiencia».
Pensamiento ansioso: «¿Y si no viene? ¿Y si no se parece en nada No sé si podré soportarlo. No quiero ir. Voy a cancelarla. ¿Quién me dice a mí de meterme en estos líos?»
3. Los finales de las temporadas de las series
Pensamiento racional: «Bueno, ahora a esperar unos meses a la nueva temporada». Pensamiento ansioso: «¿QUÉ? ¿Así termina? ¿Y con quién se queda? ¿El otro estaba muerto o no? Necesito saberlo! ¿Cómo hago para demandar a los productores?».
4. Que te digan que un envío puede tardar de 1 a 7 días hábiles
Pensamiento racional: «Lo enviarán conforme puedan». Pensamiento ansioso: «¿DE 1 A 7 DÍAS? ¿Pero tú sabes todas las posibilidades que se pueden dar? ¿Qué pasa si un día voy al baño y no oigo al timbre de la puerta y se lo llevan de nuevo?»
5. Esperar una respuesta de Whatsapp
Pensamiento racional: «Escribiendo…» significa que está escribiendo la respuesta. Pensamiento ansioso: «Escribiendo…» es la definición de todos los males del universo juntos, unidos en una sola palabra para arruinarte la vida.
6. Esperar los resultados de un examen
Pensamiento racional: «Analizar los resultados lleva su tiempo». Pensamiento ansioso: «¿QUÉ ES LO QUE ME ESTÁN OCULTANDO?».
7. Esperar el turno para que te atiendan
Pensamiento racional: «Tengo que esperar mi turno, es normal que tarden en atenderme». Pensamiento ansioso: «Pasan de mí, voy a estar aquí toda la tarde esperando. Parece que lo hagan a posta, un minuto más y me voy».
8. Que nos dejen con la intriga
Pensamiento racional: «Después te cuento» quiere decir que luego me cuenta». Pensamiento ansioso: «Después te cuento» quiere decir que no quieres que coma ni duerma hasta que me lo cuentes».
9. Que nos digan que nos relajemos
Pensamiento racional: «Quieren que me tranquilice por mi bienestar». Pensamiento ansioso: «Es más fácil pedirme que construya la Capilla Sixtina con palitos de helado a que me relaje».
10. Empezar una nueva actividad en un lugar donde no conoces a nadie
Pensamiento racional: «Es sólo el primer día, ya me iré sintiendo más cómoda». Pensamiento ansioso: «¿Cuándo se supone que debo empezar a hablar con la gente? ¿Me hablarán? ¿Me aprenderé los nombres? ¿Ya somos amigos?»
11. Esperar que el tiempo del microondas termine sin abrirlo antes
Pensamiento racional: «Lo he puesto 2 minutos. Espararé 2 minutos». Pensamiento ansioso: «Estos son los 2 minutos más largos de la historia del Universo. 15,14,13…YA NO LO AGUANTO».
12. Decirle a alguien lo que sentimos
Pensamiento racional: «Hice bien en expresarme. No podemos controlar lo que sentimos». Pensamiento ansioso: «Estos 4 segundos de silencio me han robado 3 años de vida».
Ay la Ansiedad cómo nos trae de cabeza. Espero que por lo menos hayas pasado un buen rato riéndonos un poco de nosotros mismos, que nos hace falta.
IMPORTANTE: Si crees, que tienes un problema, que no puedes resolver por ti mismo/a, no dudes en acudir a un Psicólogo o un especialista. Puedes acceder a él a través del Médico de Familia de la Seguridad Social, el cual te derivará al especialista y te atenderá de forma gratuita.
Te puede interesar: