10 cosas que no te cuentan de “lo bonito” del embarazo y post parto

10 cosas que te suelen decir cuando estás embarazada o cuando has tenido un bebé y que no son del todo ciertas. La realidad del embarazo que sólo te  contarán tus mejores amigas.

La ilusión, la felicidad óptima que llegas a experimentar o simplemente el momento de la vida con todas sus circunstancias deja a un lado estas “cosas” no tan bonita pero que también suceden cuando estas embarazada o das a luz.

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1.Hay un dicho popular que dice  “bueno”: las embarazadas están guapísimas!

Sí, pero los cambios hormonales están en todo. Es decir, el pelo se cae menos, se pone más fuerte y brilla más. La felicidad y los ojos brillantes se dejan ver a kilómetros, la piel brillante y en muchos casos tersa hace que se luzca todavía más. Pero también damos la bienvenida al acné en muchos momentos de la gestación, picores en la piel incomodísimos, berruguitas que pueden salir debajo del pecho o párpados…

2. ”Duerme duerme ahora que puedes” ¿nos reímos?

Quizá en un embarazo de libro, sin náuseas, sin ardores, sin rampas y sin nada… puedes dormir pero también son/somos muchas a las que en las primeras semanas por las nauseas, en las del medio por el insomnio y en las del final por el peso y lo incomoda que estas, lo de dormir pasa a un segundo plano y, si encima es el segundo… olvídate!

3. ”Si te embadurnas de cremas no te salen estrías” 

Quizá eso en chicas de 25 años se lleva de otra manera. Y la realidad es que normalmente puedes echarte cremas 1 o 2 veces al día tras las duchas o antes de irte a trabajar, pero no estás todo el día masajeándote así que alguna, sale. No pasa nada, es experiencia y es amor pero yo no pude evitar ni estrías en el pecho y alguna en las nalgas. ¡La barriga la supere!

4. “Come lo que quieras que ya te lo quitarás”

¡No hagas caso! Intenta cuidarte. Luego sales del hospital, con tu bebé y una subida de leche (si ya la has tenido, y sino la tendrás) y te vas a ver agotada, gorda y con muchas ganas de llorar. Así que todo lo que puedas, no lo engordes. Llegar a casa y pesarte es lo peor que puedes hacer.

5. Estreñimiento

¡Sí, así es! Si te dicen que comas fruta, que una sea kiwi o ciruelas o lo que te pille por estación. Pero desde que des positivo hasta semanas después de dar a luz, añade fibra, pan integral, frutas con mucho agua y bebe mucho. Se pasa fatal con el estreñimiento en el embarazo y en el post parto. Además, te da mucha impresión y hacer fuerza y estar horas sentada en la taza te puede provocar almorranas. (Otro tema que no suelen contar)

6. Llorona, irascible, caprichosa…

Todos esos y algunos sentimientos más van a venir con las hormonas. Llorona por miedos, por exigencias que nos hacemos las mujeres, por comparaciones odiosas que hacemos sin querer… irascible porque estás más cansada, comes más o menos pero te sientes un poco “diferente”, irascible porque hay momentos en los que no te vales por ti misma y pedir muchas veces ayuda llega a crispar. Caprichosa porque quieres todo, quieres todo lo que te recomiendan, todo lo que te gusta, y todo lo que ves. Pero es normal, es saberlo y ponerte un tope.

7. No hagas caso a nadie

Confía sólo en tu matrona. Todo el mundo va a decirte como tienes que hacer para que te suba la leche o te “juzgará” si no le das pecho, como debes hacer si llora o no llora, como hacer… haz lo que te nazca, cógelo todo lo que quieras, mételo en la cama contigo si así duermes más tranquila, duermes más o te resulta más cómodo, no lo saques de tu habitación si no quieres y haz lo que en tu día a día más cómodo te resulte y sobretodo te ayude a dormir y descansar. Descansada todo se lleva mejor.

8. Tu pareja es tu mayor aliado

No te olvides nunca, no lo dicen mucho y ellos son “todo” para ti y vosotros/as en estos momentos. Son los que saben todo el embarazo, el miedo, los sustos, las visitas a urgencias, la primera noche, las ilusiones compartidas… así, son quien mejor van a saber abrazarte en la dilatación, cogerte la mano, dejarte llorar horas sin que haya prisas por parar y son los que siempre siempre siempre van a estar a las 3 de la mañana para poner una lavativa, a las 7 para cambiar un pañal, a las 23 para una sacada de leche y darle el el bibe y que puedas dormir… sois un equipo y ni tú madre, ni suegra ni nadie puede vivir esto mejor que vosotros por más experiencia e hijos que tengan.

9. Déjate comidas hechas y congeladas

Si te puedes permitir un par de semanas antes de dar a luz hacerte cocido, lentejas, comprar hamburguesas, pechugas… dejarte cosas rápidas hechas para descongelar y comer a la
Hora que salga ¡te dará la vida! Cuando llegas del hospital estás agotada y lo que menos quieres es ensuciar, comprar, cocinar y estar bien para las visitas. Así que aunque te digan que la gente cercana se ofrece, no te va a apetecer. Vas a querer estar en tu casa, con tu marido y con tu hijo/as y con los horarios que el bebé este cogiendo

10. Visitas, obligaciones y compromisos

¡NOOOO! Ni en el final de tu embarazo no recién parida. Por más que te digan: “venir a comer que lo tenéis todo hecho y Luego dormís” o, “me paso, te pongo un caldo y me voy”, o… lo que sea, si no te apetece, si te agobia, si te sientes “invadida” cierra la puerta y di, ¡no, gracias!. Es muy estresante este momento y tienes que vivirlo como tú quieras, como te haga estar bien.

Son momentos muy personales que debemos disfrutar y, descansar es fundamental para evitar problemas, enfados y riesgos innecesarios. Haz lo que te pida el corazón y, piensa que cualquier “cosa rara” que haga tu cuerpo, seguramente no te lo habrán contado, pero es normal. Así, es normal hacerse “caca” en el paritorio, en normal que te pongan, pidas o quieras un edema, es normal que te duches y seas una manguera de leche con el cambio de temperatura y presión en tu cuerpo, es normal que llores, que te enfades o que te tomes las cosas a la tremenda, es normal que no quieras ver a gente, es normal que te salgan almorranas, es normal que el pecho se caiga tras la lactancia, que la barriga tarde meses en recuperarse o años (no todas somos influencers), es normal… todo ¡has traído un bebé al mundo!

 

Autora: María P.

 

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