El confinamiento es la medida más efectiva para ralentizar la expansión de la epidemia, los expertos recomiendan que nos quedemos en casa y salgamos solo lo imprescindible. Que nos aislemos y nos quedemos en casa sirve para ganar tiempo y aplanar la famosa curva de la expansión de la epidemia, evitar que se colapsen los servicios sanitarios y ganar tiempo para que los expertos puedan encontrar una vacuna.
La mayoría de nosotros lo hemos asumido muy estoicamente y estamos cumpliendo a rajatabla las indicaciones pero esta crisis ha puesto patas arriba nuestras vidas y nuestra realidad y cosas que antes eran importantes ahora ya no lo son tanto, y la vida ya no es lo que era y cada uno lo lleva como puede porque hay muchas realidades distintas y la tecnología nos permite estar conectados pero estar constantemente conectados a veces puede ser un arma de doble filo y nos puede hacer sentir todavía más solos.
El COVID-19 está siendo cruel, se ha llevado a mucha gente por delante y sus familiares no han podido tener ni tan siquiera el consuelo de la despedida. A su paso está dejando una estela de vidas y sueños rotos y una crisis económica de la que tardaremos mucho tiempo en recuperarnos.
Pero el COVID-19 nos ha hecho frenar en seco y nos está obligando a pensar y reflexionar y a replantearnos nuestra vida y a valorar las cosas importantes: la familia, los amigos y los pequeños momentos de vida. Y de eso nos gustaría hablar: de lo que hemos aprendido, de cómo llevamos el no poder salir, de cómo nos sentimos, de las cosas que hacemos para sobrellevarlo. Porque esto pasará y podremos retomar nuestras vidas o volver a empezar pero lo conseguiremos aunque no seamos los mismos.
Cuándo salgas de la tormenta ya no serás la misma persona que ha entrado en ella, en eso consiste la tormenta – Haruki Murakami.
Desde aquí nos gustaría invitarte a que nos cuentes tu historia, que nos cuentes cómo te sientes, qué has aprendido, qué haces para no agobiarte, qué echas de menos, qué es lo primero que quieres hacer cuando esta situación termine. ¿Te animas? Seguro que tus palabras ayudan e inspiran a muchas personas que, como tú, estamos en la misma situación.
¡Hola buenas!
A unos días de llevar todo un mes metida en casa, puedo resumir mi confinamiento en una palabra COMIDA jajaja ya que me han quitado las tardes de cervecitas con los amig@s, ¡¡que no me quiten el chocolate!!
He de decir que tiempo para aburrirme no tengo, entre el teletrabajo, el máster, el tiempo que invierto en preparar el Doctorado y mis intentos (medio fallidos) para crearme una rutina de deporte, no me puedo quejar. Pero sí que es cierto que tengo la productividad de una patata, porque lo que normalmente haría en una hora, ahora tardo como tres en conseguirlo…
Mucha gente afirma que está utilizando la cuarentena para leer, hacer un puzle, dibujar, estudiar, ponerse en forma, organizar la casa, comer suuuuper sano, etc. etc. Yo sinceramente creo que hacer todo eso es genial, ya lo hacía antes de la cuarentena, sobre todo leer, pero no creo que sea el objetivo de esta cuarentena. NO HACER NADA también está bien, no te sientas mal por ello, porque dadas las circunstancias lo primordial NO es que salgamos de la cuarentena con veinte libros leídos y dos idiomas aprendidos, lo importante es que terminemos la cuarentena con una buena salud mental, así que, si en algún momento necesitamos no hacer nada, PUES LO HACEMOS. Tómate tiempo para meditar, para conocerte y para aceptar que pasar tiempo a solas con uno mismo, sin hacer nada, no tiene nada de malo.
¡Mucho ánimo para los días que nos quedan!
Mi experiencia con el confinamiento ha sido de amor odio, soy muy casera así que no pensé que me fuera a afectar casi en nada.
Pero como ante lo desconocido todo es incierto, la realidad ha sido de que han habido días en los que no he notado el confinamiento y otros en los que he querido divorciarme hasta de mis hijos ?
Pero quiero poner foco en lo bueno, que aunque la situación sea dramática para muchas familias, yo tengo razones para dar las gracias por la mía, porque nos hemos mantenido con salud y juntos, que por el trabajo, desde hace más de un año, no habíamos podido compartir todos!
He aprendido a apreciar mi día a día, las prisas, el “no me da la vida” y a mis cómplices en el día a día, que por suerte están todos los días conectadas para vernos las caras y recordarnos que seguimos estando ahí!
He recuperado las comidas en familia y también es algo para estar agradecido.
Las noches de Monopoly y UNO son las más esperadas por toda la familia para ver quien rompe el récord de la noche anterior ?
El poder estar en las vídeoconferencias con zapatillas de andar por casa son fantásticas.
Hasta hace una semana me enfocaba en cuándo iba a terminar esto, ahora intento enfocarme en que es posible que ya hayamos pasado lo peor y eso me da ánimos!
Pues yo lo llevo muy mal, estoy enfadado con el mundo, me cabrea pensar que siempre es lo mismo, y es que no aprendemos sabemos lo que hacemos mal pero no le ponemos solución porque no es rentable o ahora no toca que hay cosas más urgente o importantes y luego pasa lo que pasa que viene el desastre y los madres mía y es que nadie lo vio venir o porque a nosotros eso no nos pasará porque somos más listos o mejores. Mal todo mal, estoy cabreado
Hola, yo estoy bien, lo llevo a ratos, lo único que me preocupa un poco es que algún miembro de la familia se ponga enfermo y tener que ir al hospital, el resto vamos haciendo. Me preocupa el futuro, aunque tenemos la suerte de poder seguir teletrabajando, me preocupa cómo estaremos después y cómo vamos a poder volver a la normalidad, o si la normalidad será otra. Pienso en lo que hemos hecho mal y cómo podemos aprender de los errores cometidos. Peor creo que una vez pase esto volveremos a ser arrastrados por la ola, soy escéptica en ese sentido.
Lo que me llevo de estos 25 días de confinamiento
Aunque el estado de alarma fue el sábado 14 de marzo, nosotros llevamos desde el jueves que ya no llegamos al peque a la guarde sin salir de casa para nada. Tenemos una bebe prematura ya vecina nos ayuda a no salir y mi madre y compras online nos hacen que el confinamiento sea 100% posible, no hemos salido para nada de casa. Y, que hemos aprendido de estos días o, que nos llevamos para siempre con nosotros?
– Parir en tiempos de pandemia es una locura, es pánico, es dudas, es… puffff pero, es asegurarte el tiempo en familia, es superarte a ti misma pasando y superando obstáculos que jamás pensabas, es creatividad para protegerlos y protegerte, es darte cuenta que ser madre es una “asignatura” donde la matricula de honor te la dan tus hijos cuando te sientas en el sofá y estando los 4 abrazados… una vocecita te dice: “mamá, sabes una cosa?” Y contestas: “dime” y, llega tu mejor recompensa: “que te quiero”. ?
– Saber que los niños son auténticos héroes. Que hace 20 días dijimos que nos saldríamos y… no han vuelto a preguntarlo. Que no van a volver al cole y hacen por sacar cada día lo mejor de ellos. Porque nos enseñan que los pensamientos lo son todo y, que si ellos pueden (sin saber y entender lo que pasa), nosotros DEBEMOS poder y además, tenemos que hacerlo con el cariño y la entrega más especial que tengamos. Se lo merecen TODO.
– El tiempo pasa a ser relativo. Si antes no lo teníamos, ahora lo tenemos todo. Y el mayor reto será saber administrarlo para no aburrirse o agobiarse.
– SER agradecido es reconfortante, un aplauso diario que se convierte en una sonrisa de oreja a oreja.
– Darte cuenta de que lo que va a hacer tú madre por ti es único, que te saltarán más lágrimas pero que da igual cuanto haya pasado antes, tu madre estará contigo para ayudarte y encontrará la forma de hacer llegar todo cuanto necesites tu y los tuyos. El poder de madre con décadas de experiencia sale magnificado en estos días y te da fuerza a seguir con los tuyos con mucho ánimo y vitalidad.
– Darte cuenta de las prioridades y de las cosas realmente importantes en la vida. Que tu familia en primer grado, la que tienes ahora dentro de casa es el tesoro mayor y mejor guardado y que puedes hacer TODO por protegerlos. Pero que tu familia, la que ha sido tu centro años atrás, padres y hermanos, son únicos y que con ellos has construido lo que eres hoy. Te das cuenta que vas a sacar el tiempo para estar con ellos, que vas a querer abrazarles más fuerte que nunca y que te costara volver a decir / hacer o sentir enfados y disgustos con y hacia ellos.
– He aprendido que un abrazo es el mejor regalo, el mayor apoyo y la solución a la ansiedad, al miedo y al aprendizaje. Un abrazo de mi marido y de mis hijos es la mejor medicina, quita dolores de cabeza, seca lágrimas o las provoca de emoción, da tanta fuerza como un día entero durmiendo y un cocido… un abrazo del “equipo” que juntos hemos creado es LO mejor de este confinamiento.
– Que 1 mes en familia no hubiésemos podido pagarlo jamás de vacaciones, un TODO incluido de llantos, risas, aprendizajes, emociones, manualidades, pelis, juegos… un TODO incluido de crianza y apego. Un TODO que no va a volver a pasar (si dios quiere) y que tenemos que aprovechar.
– El mejor regalo cada mañana es tener salud y estar los 4 jugando en la cama, es hacer tiendas de campaña, cosquillas y no tener prisa por salir del nórdico.
– 25 días de confinamiento son recetas que quedarán para siempre, no por lo ricas, sino por lo que nos hicieron disfrutar en la mesa, por el tiempo cocinándolas juntos, por el olor que nos ha recordado a casa de las abuelas, o al momento en que los pequeños lo han probado por primera vez.
– La creatividad es convertir un baño en un rato de juego en familia con pistolas de agua creadas de botes de champús acabados, batería de cocina con la mampara del baño… la creatividad es hacer que un palillo chino pueda ser una batuta, baqueta, espada, violín, una portería… que una caja de Amazon pueda convertirse en lo que queramos, pero sonriendo.
– Que un café con tus amigas pro FaceTime es tan necesario como comer o ducharte. Y que las echas tanto de menos como el aire.
– Que comprar y gastar es totalmente secundario y que han pasado días sin abrir grandes webs de ropa o plataformas de compra. Y que la comida o los materiales para manualidades suben en el ranking de las prioridades a ritmo increíble.
– Que una terraza o balcón es VIDA, es vitamina, es respiro, es aire, es un escape y es la esperanza de que pronto estaremos fuera.
– Tus primos, tíos… son más que todo lo que tenías en mente hasta el momento. Y que las reuniones familiares ahora serán con mucho más corazón.
Pronto, ese arcoiris que asoma en los balcones podremos verlo desde la playa, calle, parque… esos abrazos podremos darlos y recibirlos, esas distancias serán irrisorias y esas sonrisas podremos tocarlas fuera de la pantalla.
Seguramente quien no tiene hijos vive esto de otra manera, ni mejor ni peor, diferente. Yo no he podido leerme el o los libros que quería, limpiar armarios, terminar las partidas de la play que nunca me dan tiempo o hacer deporte. Pero… me llevo las mejores sonrisas de mi hijo de 2 años, el primer mes de vida de mi hija prematura y momentos inolvidables junto con mi marido, que una vez más, juntos, haremos de este viaje, el mejor viaje en familia.
#yomequedoencasa Y, saquemos lo mejor de este “regalo” que nos ha dado la vida. De esta pausa para coger impulso y saber que… podemos y que juntos, lo haremos mejor!
Mi confinamiento empezó con un… bueno vamos a trabajar desde casa 15 días porque hay que hacerlo si queremos que esta pandemia se pare y no se lleve a nuestros mayores por delante, ¡¡total 2 semanas se pasan volando!!.
Bueno pues a resultado ser que llevamos casi un mes ya en casa, casi sin saberlo (porque siempre pensamos: esto a mí no me va a tocar ó en este caso España no va a llegar a tal alcance…. ñas coca).
A mi, personalmente me a enseñado varias cosas y entre ellas es volver a reinventarme de nuevo porque me pillo casi sin saberlo y sin estar preparada para esto:
– He aprendido a teletrabajar teniendo a mi familia en casa, cosa que los primeros días fueron un poco duros.
– A hacer de profesora para que mi hija pueda presentar diariamente sus deberes telematicamente,
– A ser médica cuando a tenido alguna molestia, porque evidentemente no vamos a ir al pediatra.
– A cocinar bastante y de cuchara, (algo que siempre me ha gustado pero no hacia por falta de tiempo).
– A hacer de fontanera ya que tuve que cambiar dos grifos por perdida de agua y no queria que nadie viniese a casa, siempre he sido un poco MacGyver.
– Peluquera, porque no me queda otra que tintarme yo solita en casa porque ya tengo mucha falta y aun quedan muchos días por delante, hasta que pueda ver a mi peluquera 🙂
– He hecho de esteticién, vale que esto lo hacia antes pero muy de vez en cuando y el finde tuve mi momento y me dedique tiempo para mi.
– He revolucionado la casa hasta que he encontrado mi sitio para trabajar a gusto (porque he probado todas las habitaciones, cocina, patio… y finalmente me he instalado en el balcón, al aire libre, absorbiendo la vitamina de «la luz» que tanto necesito.
– ETC……
De todo esto realmente solo puedo sacar cosas positivas, a pesar de estar trabajando y no tener tanto tiempo como otras personas que están en casa porque es lo que toca, realmente estoy disfrutando de mi hija 24/7, jugamos en familia como hacia mucho que no hacíamos, comemos juntos, hacemos manualidades, vemos pelis, mi hija se ha hecho una gran cocinera, le he enseñado hacer trabajos con el ordenador porque ella tambien se a tenido que reinventar, se acabo el boli y la pizarra del cole, ahora todo por ordenador (que oye no esta nada mal).
Hablo con mi madre, hermanos, familia y amigos en general más que antes ya sea por teléfono ó videollamada, y he descubierto que tengo unos vecinos marchosos 🙂
En casa hemos asumido desde el primer momento que ahora nos tocaba vivir esto, deje de ver las noticias por mi bienestar cosa que me fue genial, y el día que podamos salir pues saldremos y punto.
La parte que menos me gusta de este confinamiento es que reconozco que estoy un poco maniática cada vez que hemos tenido que salir a comprar, me impacto un poco la verdad por eso yo ya ni voy a comprar y con la limpieza de casa (nunca había utilizado tanta lejía), jajajajajaja….
Y por supuesto el contacto con la gente, familia, amigos, compañeros, esas quedadas de comiditas y cenitas, esas charraetas de horas…. y la playa sobre todo los días que hace bueno, que lo prefiero la verdad a tanta lluvia porque el sol aporta buen rollo y te sube el estado de animo.
Como veis la cosa no es tan grave, hay muchas cosas peores y con salud las podremos volver hacer, esas y muchas más 🙂
Hola,
Pues llevo un mes trabajando desde casa.
En mi opinión, lo más importante es mantener actualizado tu estado, para que tus compañeros sepan si pueden contactarte o no, llevar un horario puede ser complicado si tienes que ir al supermercado porque por la tarde cierran, si hay niños, familia etc. Obviamente estoy hablando de la situación actual con el brote de Coronavirus en España que es una situación excepcional. Lo ideal es establecer horarios y rutinas