A veces cuando los hijos crecen las relaciones familiares se complican y se vuelven problemáticas pero algunos sencillos consejos y pautas pueden ayudarnos a restaurar la paz en casa.
La relación con hijos puede resultar difícil sobre todo a medida que se hacen mayores por no seguir ciertos hábitos de vida familiar. Con estos consejos y pautas podemos favorecer y enriquecer la comunicación entre padres e hijos.
Controle el estrés
Los hijos no deben cargar con las preocupaciones de los padres. Ellos ya tienen suficiente para hacer frente al hecho de ser niños o adolescentes.
En lugar de compartir los problemas con ellos, aprovecha ese tiempo para disfrutar de ellos y no dejes que tus problemas de fuera te afecten cuando estás cerca de tus hijos. Para lograrlo, es aconsejable soltar todo ese estrés antes de estar con ellos yendo al gimnasio, volver andando a casa, leyendo un buen libro, etc. Lo que sea necesario con tal de llegar a casa con una actitud positiva y una cara agradable.
Predique con el ejemplo
Un padre con éxito está por encima del viejo dicho «haz lo que digo, pero no lo que hago». Debe ser firme pero razonable y lógico al mismo tiempo.
Lo mismo ocurre con la relación entre los padres: se debe evitar discutir delante de los hijos y mostrar una actitud de respeto y cariño entre la pareja. En definitiva, debe mostrar los valores que quiere o espera que sus hijos sigan cuando sean adultos.
Sea coherente
Debe procurar hacer lo que dice que va a hacer.
Cada niño merece creer que tiene un padre en el que se puede confiar. Si su hijo cree en usted, la confianza surgirá pronto y eso ayudará a otros aspectos de la relación padre-hijo.
Otro punto importante es la consistencia de la disciplina. Es fundamental tener una estructura y unos límites claros, y además ser consecuente con ellos.
El programa de refuerzo y castigo da muy buenos resultados y ofrece al niño una visión de las normas y hábitos de la vida familiar.
Involúcrese
No es necesario hacer viajes o comprarle juguetes caros para que sus hijos perciban que están involucrados con ellos.
Actividades de la vida diaria como ver la televisión con él o preguntarle acerca de cómo le ha ido en el colegio o conocer sus intereses y amigos hará que aumente la confianza en usted y a la vez irá creando una disposición a que su hijo comparta cualquier duda o cuestión que le pueda surgir sin miedo a ser juzgado.
Todo ello le dará más oportunidades para guiar a sus hijos y mantenerlos fuera de problemas ya que verán en usted una figura de autoridad pero lógica y consecuente y a la vez cariñosa y afectiva.
Recreo familiar
Es fácil asumir que el fin de semana es para tiempo familiar, pero se ha demostrado que hacer una programación en familia con actividades y cosas que se piensan hacer el fin de semana crea unos vínculos muy positivos y sanos entre padres e hijos y además ayuda a que ellos mismos desarrollen sus propios planes sociales.
Enseñanza
Aprender algo nuevo aumenta la confianza en uno mismo además de ser muy divertido.
Crea rituales familiares
Establecer ciertos rituales como sentarse todos alrededor de la mesa a cenar, la lectura de un cuento en familia antes de dormir, o ver un programa de televisión todos juntos son hábitos que ayudan a que los niños perciban y valoren la importancia de la estructura familiar y además se disfruta mucho haciéndolo.