Actividades divertidas para trabajar la motricidad fina de los más pequeños

Con la psicomotricidad fina se trabaja  la coordinación visual y manual

Estas actividades además de ser divertidas pueden ayudar a trabajar y desarrollar las habilidades motoras finas de los más pequeños, son habilidades que requieren pequeños movimiento de las manos, muñecas y dedos. 

Estas actividades les ayudan a adquirir destreza y coordinación en movimiento que requieren más precisión y habilidad que otros movimientos porque necesitan mayor dominio y control de brazos y manos.  Los niños adquieren esta habilidad de forma natural pero algunos ejercicios o actividades pueden ayudarles a que estos movimientos sean cada vez sean más precisos.

Importante, no dejar a los niños sin supervisión si les damos piezas pequeñas sobre todo si son muy pequeños o tienen tendencia a meterse cosas a la boca.

Atrapa los pompones

Coloca pompones dentro de un batido manual de repostería  para que las vayan sacando y colocando en un bol o vaso, también podemos trabajar los colores y en cada vaso colocar pompones de diferente color. Si no tienes pompones puedes hacer bolitas de papel.

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Pon las cosas dentro

En este caso el objetivo es insertar objetos dentro de otros, son como las cajas que les compramos con formas geométricas para que metan unas piezas de otras pero hecho con cosas de casa, más económico y creativo. 

En este caso se trata de meter los palitos dentro de la ranura correspondiente a cada color

Este es muy parecido pero sube un nivel la dificultad al tener que pasar la pajita por dos agujeros el de entrada y el de salida y se acumulan las pajitas en medio.

Enlazar, coser, enhebrar

Enlazar, coser y enhebrar son movimientos que requieren precisión y puedes hacer que sea divertido

A pescar

En este caso se trata de pescar, puedes incrementar el nivel de dificultad dependiendo de la edad del niño/niña pero no los dejes nunca solos jugando con el agua.

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Pintar, recortar, jugar con plastilina o con pasta de modelar, montar puzzles, pegar pegatinas, o algo tan cotidiano cómo comer con cubiertos son algunas de las actividades que los niños pueden hacer para estimular y trabajar la coordinación.

 

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