Motivación intrínseca vs. extrínseca: ¿Cuál es mejor?

Ya sabemos la diferencia entre motivación intrínseca y motivación extrínseca. Muchos estudios demuestran que ofrecer recompensa externa para un comportamiento internamente gratificante puede conducir a una reducción de la motivación intrínseca, un fenómeno conocido como efecto de sobrejustificación. 


En un estudio, por ejemplo, los niños que fueron recompensados por jugar con un juguete al que ya anteriormente habían mostrado interés por jugar se interesaron menos en él después de haber sido externamente recompensados. No obstante, las recompensas extrínsecas son beneficiosas en un montón de situaciones: 

  • Pueden crear interés y participación en algo que la persona no tenía interés inicialmente.
  • Pueden usarse para motivar a las personas a adquirir nuevas habilidades y conocimientos. Una vez adquiridos la persona puede estar más intrínsecamente motivada para desarrollar la habilidad. 
  • Pueden ser una fuente de información que permite a la gente saber cuándo ha alcanzado un nivel merecedor de refuerzo.

Pero ¡ojo! los motivadores extrínsecos deben evitarse en situaciones cuando: 

  • El individuo ya está intrínsecamente motivado con una actividad. 
  • Cuando ofrecer una recompensa externa podría hacer de un juego un trabajo. 

Aunque la gente sugiera que la motivación intrínseca es la mejor, no siempre es posible en todas y cada una de las situaciones. En algunos casos, las personas simplemente no tienen ningún deseo interior de participar en ninguna actividad. 
Ya sabemos que las recompensas excesivas dan problemas, pero cuando se usan adecuadamente pueden ser muy útiles. Por ejemplo en el ámbito educativo o laboral. 

Los investigadores han llegado a 3 conclusiones con respecto a las recompensas extrínsecas y su efecto en la motivación intrínseca. 

1. Las recompensas externas inesperadas normalmente no disminuyen la motivación intrínseca

Por ejemplo, si has sacado una buena nota en el examen porque te gusta aprender sobre el tema y tu profesor te va a recompensar con una pizza gratis de tu pizzería favorita, esa motivación por aprender no se verá afectada. Sin embargo, reitero la idea de que hay que hacerlo con precaución, llega un punto en que la gente esperará esas recompensas.

 2. Los elogios pueden ayudar a aumentar la motivación intrínseca. 

Los investigadores han comprobado que ofrecer elogios positivos y retroalimentación cuando alguien hace algo mejor en comparación con otros mejora la motivación intrínseca. 

3. La motivación intrínseca disminuirá cuando se den recompensas externas para completar una tarea específica o haciendo el mínimo esfuerzo. 

Por ejemplo, si los padres recompensan mucho a su hijo cada vez que realiza una tarea sencilla, éste estará menos motivado intrínsecamente para realizar esa tarea en el futuro.

Aprendizaje

La motivación extrínseca e intrínseca también puede desempeñar un papel importante en la configuración del aprendizaje. Algunos expertos señalan que las recompensas externas tradicionales como calificaciones, boletín de notas, estrellas de oro…entierran cualquier motivación intrínseca que el estudiante pueda tener. Otros sugieren sin embargo que estos motivadores extrínsecos ayudan los estudiantes a sentirse más competentes en las aulas, mejorando así su motivación intrínseca. 

«El interés de una persona a menudo sobrevive cuando se utiliza una recompensa no para sobornar ni controlar, sino para señalar el trabajo bien hecho. Si una recompensa aumenta tu sentido de competencia después de hacer un buen trabajo, tu disfrute de la tarea puede aumentar. Las recompensas, bien administradas, pueden motivar un alto rendimiento y creatividad«, explica el psicólogo David G. Meyers. 

Como habrás visto, ambas motivaciones son dos vías importantes para el individuo. Con el fin de comprender cómo pueden utilizarse mejor es importante entender las diferencias entre ellas y el impacto que generan en el comportamiento. 

Yo, como siempre, te espero en la próxima. Un gran saludo y un abrazo, Andrea.


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