Qué es la vigilancia activa en el cáncer de próstata

La vigilancia activa es una forma de monitorizar un cáncer de próstata que no está causando síntomas o problemas

A menudo el cáncer de próstata tiene un crecimiento lento y puede que no cause ningún síntoma. En este caso, muchos pacientes deciden no iniciar ningún tipo de tratamiento hasta la aparición de los primeros síntomas, como problemas para orinar o dolor óseo.

La vigilancia activa está indicada en el caso de cánceres de próstata de bajo riesgo, cuando existen otras condiciones de salud que impiden el uso de terapia más agresivas como la radioterapia o la cirugía, o cuando el paciente tiene una edad avanzada.
Los tratamientos para el cáncer de próstata, como la radioterapia o la prostatectomía pueden provocar algunos efectos secundarios como problemas de erección o problemas para orinar, que para algunos hombres puede tener un impacto significativo en su calidad de vida y deciden utilizar la vigilancia activa para intentar evitar los efectos secundarios de los tratamientos.

¿En qué consiste la vigilancia activa en el cáncer de próstata?

Si se decide mantener una vigilancia activa, el paciente no tendrá ningún tipo de tratamiento para su cáncer de próstata. De forma periódica, el médico solicitará un análisis de los niveles del antígeno específico de próstata (PSA) en sangre. También puede que se realicen exámenes rectales, análisis de orina e incluso una biopsia de próstata cada 6-18 meses. Cualquier cambio en el cáncer de próstata será detectado por estas pruebas.
La aparición de algunos síntoma también pueden ser indicativos de la extensión del cáncer y de la necesidad de un tratamiento. Entre estos síntomas destacamos:
  • cambios en los hábitos urinarios como sangre en la orina y problemas para orinar
  • cambios en sus hábitos intestinales
  • aparición de problemas de erección
  • aparición de dolor en la espalda o en los huesos
  • hinchazón en las piernas

 

Ventajas y desventajas de la vigilancia activa en el cáncer de próstata

La principal ventaja de la vigilancia activa es que no implica el uso de ningún tratamiento, por lo que se evitan los efectos secundarios y que el paciente mantiene su calidad de vida.
Mientras que su principal desventaja es que en ocasiones muchos pacientes pueden sentir ansiedad o preocupación sobre un posible cambio en la evolución de su cáncer de próstata y la aparición de síntomas. Además también existe la posibilidad de que el cáncer pueda crecer y cambiar más rápidamente de lo esperado.
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