Cómo actuar frente a un golpe de calor en un niño

¿Cuáles son los síntomas de un golpe de calor en un niño?

Los niños son especialmente vulnerables a sufrir un golpe de calor

El golpe de calor puede ocurrir de diferentes maneras. Lo mejor es aprender cómo se puede evitar, ya que en los más pequeños, sus efectos pueden ser muy graves.

Un golpe de calor es causado por el aumento de la temperatura corporal y la incapacidad del cuerpo para regularlo.

Cómo prevenir un golpe de calor

La exposición a altas temperaturas a menudo con alta humedad, el ejercicio u otra actividad vigorosa cuando hace demasiado calor puede causar que la producción exceda a la pérdida de calor. Una mala hidratación afecta a la sudoración, y también aumenta el riesgo de reacciones de calor.

La primera ola de calor del verano puede causar problemas similares.

Se tarda de 8 a 10 días en aclimatarse a las altas temperaturas del verano.

El agotamiento o colapso por calor se produce como consecuencia de la pérdida excesiva de líquidos o sodio por calor. Se caracteriza por mareos o desmayos, sudoración abundante, piel pálida, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea, calambres estomacales o intestinales, debilidad, visión borrosa y calambres musculares repetidos.

El agotamiento puede anteceder a un golpe de calor, más grave  ya que puede resultar fatal. Por ello, es imperante actuar de inmediato ante la presencia de síntomas que indiquen un agotamiento por calor.

¿Cómo saber si tu hijo está sufriendo un golpe de calor?

El golpe de calor se produce cuando el cuerpo se sobrecalienta en un período relativamente corto de tiempo. Es una condición que puede ser potencialmente mortal y requiere atención médica inmediata.

Algunos de los síntomas asociados son:

  • Enrojecimiento de la piel
  • Fiebre alta, por encima de los 40° C por vía rectal
  • Ausencia de sudoración
  • Cambios en el comportamiento como somnolencia o irritabilidad
  • Mareos o desmayos
  • Náuseas o vómitos
  • Dolor de cabeza
  • Respiración y ritmo cardíaco rápido
  • Sed extrema
  • Disminución de la cantidad de orina, o cuando la orina tiene un color amarillo oscuro inusual

¿Cómo actuar ante un golpe de calor en un niño?

Si aparece alguno de estos síntomas es recomendable:

  • Enfriar al niño llevándolo a un lugar fresco y/o aplicándole compresas de agua fría sobre distintas zonas de la piel para bajar su temperatura corporal. Usar un ventilador ayuda la pérdida de calor por evaporación.
  • Darle líquidos. Si el niño está despierto, dar la mayor cantidad de agua fría que pueda tolerar. Lo mejor es el agua, aunque en el caso de estar amamantando al niño, la leche materna también proporcionará una hidratación adecuada.
  • Si el niño tiene una temperatura corporal superior alta, está inconsciente o confuso acudir de inmediato a un médico o llamar a un servicio de emergencia.
  • Mantener los pies elevados para contrarrestar el shock.
  • Los medicamentos para la fiebre no tienen ningún valor para un golpe de calor.

 

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