Nutrición infantil


Por Ester Aracilnutricionista de Euroresidentes y Mis Recetas.
 

En los niños, el tratamiento de la obesidad infantil no debe encaminarse a la pérdida de peso, sino a su mantenimiento y a la adquisición de hábitos dietéticos saludables y de un estilo de vida activo. 

Datos importantes sobre obesidad infantil

La obesidad es, desde hace unos años, un importante problema de salud pública en los países desarrollados. Al mismo tiempo, cada vez disponemos de más evidencias sólidas respecto a los múltiples problemas que se pueden asociar a la obesidad. La obesidad puede desencadenar muy diversas enfermedades, desde diabetes y cáncer hasta enfermedades osteoarticulares. Además, supone un enorme gasto en la sanidad pública, ya que deben asociarse a la obesidad tanto los gastos directos que conlleva su tratamiento como los indirectos, que son todos los gastos que conllevan las enfermedades causadas por la obesidad.
La prevalencia cada vez mayor de la obesidad infantil contribuye a agravar el problema, ya que augura un futuro peor. Además, es muy importante reducir los casos de obesidad infantil debido a que la obesidad durante esta etapa puede incrementar las enfermedades en la edad adulta incluso en casos en los que la obesidad se haya corregido con los años.
Como es bien sabido, la obesidad suele aparecer porque se consume más de lo que se gasta. Sin embargo, hay factores que predisponen a dicha obesidad. Por ejemplo, se ha visto en los resultados de algunos estudios que la lactancia materna es un factor protector de la obesidad, así como el peso al nacer, de forma que los recién nacidos con peso más elevado podrían ser más susceptibles. Estos datos demuestran la importancia de la nutrición desde etapas tan precoces como la gestación y la primera infancia. Otros factores desencadenantes de la obesidad infantil son los hábitos alimentarios y de ejercicio físico. Es muy importante el papel de los padres en este aspecto, pues los niños aprenden sus hábitos alimentarios y de ejercicio físico. Son muchos los estudios que han visto que si uno de los padres es obeso, el riesgo de obesidad en el niño aumenta, mientras que si los dos progenitores son obesos el riesgo de obesidad del niño se multiplica.

El papel de la alimentación en la prevención de la obesidad infantil 

La prevención de la obesidad infantil debe empezar lo antes posible. Es más, como ya se ha visto, se puede empezar a prevenir la obesidad infantil desde antes del nacimiento, siguiendo una alimentación saludable durante el embarazo, que de lugar a un recién nacido sin exceso de peso. Aunque cuanto antes mejor, hay tres etapas en las que es muy importante prevenir la obesidad, tanto porque son etapas críticas en las que a menudo aparece la obesidad como porque son edades en las que se establecen importantes hábitos alimentarios y de ejercicio físico:

  • El período prenatal: importa tanto la alimentación de la madre durante el embarazo, que determina el peso del niño al nacer, como la alimentación del recién nacido. La lactancia materna suele actuar como factor protector de la obesidad infantil.
  • Entre los 5 y los 7 años: es el periodo de escolarización y comienzo de su sociabilización, en el que el niño cambia de vida, y también, de hábitos de vida.
  • En la adolescencia: es un periodo complicado, de reivindicación y búsqueda de la identidad personal, en la que influyen sobre todo el grupo de amigos, las modas y las tendencias sociales.
La dieta mediterránea es adecuada para el mantenimiento del peso corporal dentro de límites saludables, por su elevada presencia de frutas, verduras, cereales y legumbres. También incorpora carnes, pescados, huevos y lácteos en menor proporción. Por tanto, es adecuada para un crecimiento adecuado sin exceso de peso y para la adquisición de buenos hábitos alimentarios.Es muy importante concienciar a padres y profesionales de los centros escolares, que pueden intervenir tanto en los hábitos alimentarios como en el nivel de ejercicio físico. Por una parte, los padres son claros modelos para sus hijos, por lo que es importante llevar un estilo de vida saludable para que aprendan de él. Por otra parte, en los comedores escolares se pueden detectar casos de obesidad infantil, en los que se podría intervenir y seguir. Además, en las asignaturas relacionadas con el deporte, las actividades extraescolares y los tiempos de descanso se puede estimular a la práctica de ejercicio físico, manteniendo a los niños activos y buscando a la vez que se aficionen a la práctica de deporte.

Ester Aracil nos va a ayudar a conocer información relevante en temas de alimentación y nutrición infantil. Os invitamos a visitar sus blogs: Nutrición y salud y Nutrición y deporte, en los que encontraréis aspectos muy interesante de todo lo relacionado con el mundo de la nutrición.

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