Cómo comprar para tener una Navidad sostenible

Consejos para una Navidad más sostenible

Cada año se escucha más la reclamación de que la Navidad deje de ser unos días de excesivo consumo y gasto, y se buscan ideas que permitan organizar una celebración mas comedida, responsable y solidaria. Es decir, se busca una Navidad sostenible.

¿Qué significa exactamente el término “compras sostenibles o éticas”? 

Todas nuestras compras tienen un impacto en las personas y el planeta. Poniendo un poco de cuidado y reflexionando al respecto, podemos intentar asegurarnos de que este impacto sea positivo. La idea es que los regalos que compremos en Navidades no solo beneficien a su destinatario, sino también a su productor y al planeta. Muchas personas prefieren estar seguros de que nuestras compras no sean el resultado de la explotación irresponsable de personas o recursos naturales y de que su proceso de fabricación no contamina.

Punto clave a tener en cuenta

  • Producción de comercio justo, que enriquezca a los trabajadores y garantice la protección de los niños
  • Manufactura ecológica: uso de recursos, impacto de transporte y contaminación
  • Uso/consumo de productos para lograr la eficiencia energética.

Cómo podemos realizar las compras este año para tener una Navidad sostenible:

1. Apoyar tiendas y comercios locales (este año nos lo agradecerán más que nunca): recomendamos comprar en tiendas locales independientes; eso nos evita utilizar el coche, nos ofrece un servicio más personal e impulsa la comunidad local. En caso de no poder encontrar lo que queremos en ninguna tienda local, probar en alguno de los sitios web especializados en compras éticas, si realiza una búsqueda en google encontrará muchas opciones.

2. Comercio justo: buscar los productos etiquetados con el sello de la Fundación para el Comercio Justo (Fairtrade Foundation) o adquirirlos en las tiendas, cada vez más numerosas, de comercio justo, que garantizan que los trabajadores han recibido un salario justo por su trabajo. 

3. Productos que no hayan sido probados en animales: probar nuestros cosméticos en animales es un signo de la arrogancia humana; tenemos que elegir productos que no hayan sido probados en animales.

4. Productos sin pilas: cada vez son más los productos que funcionan con energía solar o eólica, o que nos permite utilizarlos en cualquier momento y en cualquier parte.

5. Productos de granja y orgánicos: la disponibilidad de alimentos orgánicos ha aumentado considerablemente en los últimos años. Los alimentos orgánicos están libres de pesticidas y fertilizantes químicos, algo que beneficia a los trabajadores, a los consumidores y al medioambiente. No hay ningún motivo para que toda la comida de Navidad (incluido el vino) no pueda ser orgánica o de granja.

6. Alimentos no modificados genéticamente: los alimentos modificados genéticamente son uno de los campos de la ciencia que más recelo han despertado y la ética de la modificación genética todavía está por demostrar. Buscar alimentos en cuya etiqueta figure que no han sido modificados genéticamente.

7. Reciclaje: comprar productos reciclados. Los objetos reciclados ahorran unos recursos preciosos y evitan el problema de la falta de espacio en los vertederos. Los objetos reciclados disponibles son cada vez mayores, a día de hoy ya contamos hasta con ropa, zapatos y bolsos creados a partir de materiales reciclados, especialmente plástico. 

8. Buscar el logotipo del Forest Stewardship Council (FSC): muchos productos de madera están hechos de bosques gestionados de forma no sostenible, con frecuencia selvas tropicales vírgenes. El Forest Stewardship Council realiza una comprobación independiente de los productos de papel y madera sostenibles.

9. Biodegradables: si tenemos que comprar productos desechables, elegirlos biodegradables para que se descompongan totalmente lo antes posible. Como por ejemplo cuando utilizamos platos, cubiertos y vasos desechables con decoraciones navideñas para la cena de Noche Buena o la comida de Navidad.

10. Bolsas de la compra reutilizables: llevar nuestras propias bolsas para no incrementar aún más los miles de millones de bolsas de plástico de supermercado que acaban manchando las calles y el mar, en donde causan graves daños a la vida marina.

Con un creciente número de tiendas éticas y una amplia variedad de sitios de compras éticas en Internet, no se pierde tiempo ni es difícil comprar sin que suponga un coste para la Tierra. No siempre es barato, pero tampoco tiene por qué ser siempre más caro.

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