Un plato muy popular durante los meses de verano son unas sardinas a la plancha o fritas, pero muchas veces se queda el olor de sardinas durante muchas horas después de haber comido.
Si quieres evitar que la casa huela a sardinas el resto del día, puedes probar uno de estos sencillos trucos:
Hacer las sardinas en el horno, forrar la rejilla con papel de aluminio y untar con aceite, después poner una cama ligera de sal gruesa. Ponemos las sardinas encima y las cubrimos de sal, esto ayuda a atrapar el olor. El horno lo precalentamos a 200ºC, ponemos las sardinas en la parte central y las dejamos un total de unos 20 minutos (10 minutos por cada lado), el tiempo depende un poco de cada horno.
Poner sal en la sartén unos 10 minutos antes de hacer las sardinas. La sal servirá para absorber gran parte del olor. Calentar la sarten con la sal y después de unos minutos, empezar a asar las sardinas
Sumergir las sardinas en leche media hora antes de hacerlas y luego rebozarlas con harina. Esto ayudará a «atrapar» el olor. Cerrar la puerta de la cocina mientras estás asando las sardinas. Y por supuesto si tienes ventana en la cocina, debes mantenerla abierta (¡con permiso de los vecinos!). Mejor, si dispones de un espacio al aire libre, atrévete a asarlas sobre una barbacoa. Resultan deliciosas.
Si has hecho sardinas hoy, no has hecho ninguno de los trucos mencionados y has encontrado este artículo porque quieres eliminar el olor de sardinas de la casa, lo mejor es limpiar muy bien toda la cocina con vinagre. Si no tienes vinagre, puedes utilizar limón.
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Si vas a asar sardinas, no pierdas el tiempo y busca directamente un lugar al aire libre, te alegrarás..