Qué hacer cuando no cumples con tus expectativas
Te has fijado una meta. Puede ser terminar un informe, un proyecto, o una publicación en el blog. Puede ser ir al gimnasio cada mañana, seguir una dieta saludable, o controlar tu mal genio.
Cualquiera que sea tu objetivo, te has equivocado. Te has dejado arrastrar por un comportamiento contraproducente y vago que sabes que mina tu salud, éxito y felicidad. ¿Qué vas a hacer al respecto?
La respuesta a esta pregunta es lo que distingue a las personas exitosas de todos los demás, dice la terapeuta y coach Maria Rippo. «Soy tan perfeccionista que si fallara pensaría: ‘Oh Dios mío, he fallado. Lo he estropeado todo. ¿Por qué intentarlo?'», dice.
¿Te suena familiar? A mí sí. Por desgracia esta es la clase de pensamiento que convierte un objetivo a corto plazo en un fracaso a largo plazo.
Rippo empezó a cambiar sus patrones de pensamiento después de aprender a pilotar un avión. Marcar un camino hacia tu objetivo es la parte más fácil del trabajo. La parte más difícil es volver a ese camino después de haberte alejado. El éxito en otras áreas funciona igual, dice. «Aprendí que la gente más exitosa dedica el 90% de su tiempo a andar-corregir. Salirse del camino es normal».
Si salirse del camino es habitual, ¿cómo consigues volver? Aquí está el consejo de Rippo:
1. Deja de esperar ser perfecto
«Normaliza la idea de salirte del camino en tu mente. Es la perfección de la imperfección»
Las posibilidades de que cumplas con todas tus expectativas son cero. Progresa. Es simple, no dejes de avanzar en tus proyectos. Hacer un poco de ejercicio por la mañana, desayunar sano, ser más productivo en el trabajo, tener un rato con tu pareja al acabar el día.
Tener una mentalidad fija no te ayuda. Ábrete a nuevas posibilidades, a nuevos resultados. A fin de cuentas la perfección no existe. Es una idea imaginaria que te has creado en tu cabeza. Si avanzas y te sientes bien con lo que haces es que estás en el camino correcto.
2. Avisa sin juzgar
«Cuando te salgas del camino, te des cuentas de que te has salido del camino, y oigas a tu voz interna juzgarte, di: ‘Oh mira, están ahí todos esos pensamientos, ¿no es interesante?'»
Algunos estamos tan acostumbrados a escuchar esa voz interna que nos juzga que apena podemos diferenciarla de la realidad. Así que empieza por prestar atención. Cuando te veas juzgándote y pensando mal sobre ti párate y detén esos pensamientos.
3. Pregúntate qué puedes hacer ahora mismo
«¿Qué puedo hacer ahora mismo para volver a mi camino? No dentro de 20 años, sino ahora. ¿Qué puedo hacer en 5 minutos que me ayude? Establece una pequeña tarea que puedas hacer en 5 minutos, y probablemente lo consigas».
Cuando te des cuentas de que te has salido del camino y observes cómo estás reaccionando, pregúntate qué pequeña acción puedes hacer para mejorar las cosas.
4. Considera la meditación
«Es un conocimiento no crítico de lo que está pasando. Exteriormente estás concentrándote en tu respiración, pero en tu interior estás saliendo de la pista y volviendo a entrar una y otra vez».
El mindfulness tiene beneficios demostrados para el corazón, funcionamiento cerebral, productividad y estado de ánimo. Además, también te ayuda a lidiar con los baches de tu camino. Se debe a que el proceso de meditación es un ciclo repetitivo de salirse del camino y hacerte volver de nuevo sin ningún tipo de autoengaño o crítica.
La clave es permitirte volver siempre, sin juzgarte ni frustrarte. Y esta es una habilidad que puedes llevar a todos los aspectos de la vida.
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