5 preguntas que te motivarán a superarte cuando llega un nuevo año
A casi todos nos pasa lo mismo con los propósitos de Año Nuevo. Los fijamos en Enero, intentamos mantenerlos, pero en Marzo ya ni nos acordamos de ellos.
Llega Diciembre, empieza un nuevo Año y volvemos a fijarnos los mismos propósitos otra vez.
La razón por la que no cumplimos con nuestros propósitos de Año Nuevo es que cuando los establecemos -cuando decidimos perder peso, ir al gimnasio, ahorrar dinero, o conseguir ese ascenso- nos falta un requisito esencial de todo compromiso ambicioso.
Es fácil decir «Este año voy a leerme un libro a la semana», o «Voy a ir al gimnasio 3 veces por semana», pero cuando la realidad te pega en la cara, ese ingrediente que falta es lo que justamente hará que no cumplas todo eso que te propones.
Y ese ingrediente que falta en los propósitos de Año Nuevo de casi todas las personas es la respuesta a la pregunta «¿Por qué?»
Si nos paráramos a preguntar «¿Por qué estos propósitos de Año Nuevo son importantes para mí?» te darías cuenta que casi todos vienen del mismo lugar. Del lugar donde un padre crítico le dice a su hijo rebelde:
«Deberías mantener tu habitación limpia!»
«Deberías sacar mejores notas!»
Los propósitos se convierten en obligaciones
Los propósitos de Año Nuevo vienen de un lugar llamado «Debería». Cuando escribimos una lista de propósitos para el nuevo año es como si nos estuvieran regañando por nuestros errores y nos dijeran: «hazlo mejor el año que viene!».
Cuando haces tu lista de propósitos para el Año Nuevo es como si alguien más grande y más poderoso que tú (tu voz interna, para ser exactos) te dijera lo que debes hacer. «Ponte en forma, ahorra dinero, consigue ese ascenso!»
Los propósitos de Año nuevo se convierten en una especie de reproche, un recordatorio de que este año no has estado a la altura y que realmente necesitas mejorar el año que viene.
Tú ya sabes que podrías estar más en forma, ahorrar más dinero, y ser más responsable en otras cosas. Lo sabemos mentalmente, pero plasmarlo en acciones nos cuesta más, aunque éstos sean fáciles de cumplir.
Al final nos quedamos sin fuerzas, nos revelamos contra la voz crítica y abandonamos nuestros propósitos cuando nos damos cuenta que en realidad no importa si perdemos o no 10 kilos, saldamos nuestras deudas o arreglamos nuestros otros problemas.
Siempre habrán nuevos problemas a los que hacer frente. Así que si en Marzo se te han olvidado tus propósitos de Año Nuevo no te preocupes, luchar por vivir al día ya es en sí un logro.
Una forma distinta de fijarte propósitos
En lugar de marcarte propósitos de Año Nuevo este año, ¿por qué no intentas algo más conectado a quién eres? Empieza haciéndote estas preguntas (y escríbelas en un diario si quieres).
1. ¿Qué es lo que más quiero en mi vida y carrera profesional?
Deja que tu mente divague. Imagina la vida y el trabajo que quieres, no sólo los cambios que quieres hacer en ellos.
2. Si me diera permiso para soñar a lo grande, ¿qué tipo de vida y carrera me imaginaría?
Ahora te vas a dar ese permiso. Es solo un ejercicio mental, nadie te va a culpar por llevar a cabo tu sueño, y no tengo que hablarle a nadie sobre ello.
3. ¿Qué me separa de la vida y carrera que imagino?
«Quizá tenga que dejar este lugar y mudarme a otro. Tal vez necesite volver a estudiar, y empezar de nuevo una carrera. Estos objetivos parecen enormes y desmotivan. No me voy a estresar por eso ahora mismo.
Voy a vivir teniendo en cuenta mi sueño y escribir y pensar sobre ello. Voy a dejar que se convierta en realidad en mi imaginación primero. Más tarde lo convertiré en realidad de verdad».
4. ¿Qué personas me apoyan y cuáles me chupan la energía?
«Me rodearé de gente que me aprecie. Quiero tener personas que me apoyan en mi vida, aunque tenga que salir y conocer gente nueva para hacerlo. Eso puede que sea lo mejor que puedo hacer por mí mismo este año.
Sé que tener a la gente equivocada a mi alrededor aplastará mis sueños antes de que tengan la oportunidad de tomar forma»
5. ¿Cómo puedo valorarme por el duro trabajo que hago a diario?
«Voy a dejar de castigarme en 2018. Me voy a reforzar y motivar cada día haciéndome afirmaciones en mi mente o en voz alta». Aquí hay algunas con las que empezar:
- Lo estoy haciendo bien y siempre estoy mejorando. Mi futuro es brillante, y no tengo nada de lo que arrepentirme o lamentar por mi pasado.
- Mientras siga aprendiendo, no pasará nada malo. Todo lo que experimento me enseña algo importante.
- No necesito tener un millón de amigos. Sólo necesito a unas cuantas personas que me apoyen y me merezcan.
- Todo lo que me pasó fue por alguna razón. Mi misión es seguir mi camino y seguir tomando medidas.
Todo lo que necesitas para superarte es creer que mereces la vida y carrera que deseas. Olvídate de los propósitos de Año Nuevo.
Podrás perder peso, ahorrar dinero y terminar un montón de tareas pendientes y aun así no te habrás acercado ni un poco a la vida y carrera que mereces.
La manera de alcanzarlo es soñarlo con tantos detalles como quieras y luego dar el primer paso en esa dirección.
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