Los 10 mejores hostales y hoteles baratos y auténticos en Bahía, Brasil

Esta semana Bahía Brasil está en las noticias porque el sorteo del Mundial de Futbol Brasil 2014 tiene lugar en este resort brasileño mañana, 6 de diciembre. Aparentemente La Bahía es una zona muy turística pero si se busca es posible encontrar hoteles y hostales mas «auténticos» y, según the Guardian Travel, estos son los mejores hoteles y hostales económicos en Salvador de Bahía, Brasil.

Pousada Estrela do Mar, Salvador:
La playa de Porto da Barra se encuentra e la entrada de la magnífica Baía de Todos os Santos, una de las bahías más grandes del mundo, salpicada de 50 islas tropicales. Es una de las grandes playas de la ciudad, el equivalente en Salvador a la Ipanema de Río de Janeiro, sólo que con más carácter y el agua mucho más bonita. El mar está en calma, es transparente y perfecto para nadar. Muy cerca se encuentra Estrela do Mar, una pousada o pensión de nueve habitaciones, regentada por el irlandés Sean O’Flynn, un anfitrión cordial y una mina de información de la zona. La pousada se encuentra en una gran ubicación, cerca de dos de las mejores playas de la ciudad (Porto y Farol da Barra). Cuenta con cómodas habitaciones, un personal amable y un fabuloso desayuno que se sirve hasta el mediodía (estreladomarsalvador.com).

Albergue do Porto, Salvador
Este albergue está escondido en una esquina de la calle a una cuadra de la playa Porto da Barra. Las habitaciones, de diversas configuraciones – dormitorios separados para hombres y mujeres, y habitaciones para parejas y familias -, están alojadas en una hermosa propiedad en buen estado y situada en el corazón de Porto da Barra, cerca de la playa y de bares, restaurantes y supermercados, y con las mejores puestas de sol de Brasil a la vuelta de la esquina. El personal es una fantástica fuente de información sobre todo lo interesante y cultural que tiene lugar en la ciudad, y publican anuncios diarios. También hay una buena área de recreo y una pequeña piscina (alberguedoporto.com.br).

Pousada Tatuapara, Praia do Forte
A sólo 50 kilómetros al norte de Salvador, a lo largo de la Estrada do Coco o «Carretera de Coco», Praia do Forte es la principal escapada playera de la capital bahiana. Construido en 1556 por los portugueses, Praia do Forte era un tranquilo pueblo de pescadores hasta que fue descubierto de nuevo por la gente de Salvador en los años 80. Si bien muchos anhelan cómo solía ser, Praia do Forte ofrece ahora una amplia variedad de excelentes hoteles, pousadas, restaurantes y bares, para todos los bolsillos. Las playas más populares están en el puerto, pero un corto paseo hacia el norte conduce a Praia do Señor y Papa Gente, que son mejores para nadar y bucear. El negocio familiar la Pousada Tatuapara se encuentra en una zona tranquila del pueblo, a sólo 50 metros de la playa y junto a la ajetreada calle principal, llena de restaurantes, bares y cafeterías (visitar el Tango Café, en donde la tarta de almendras y albaricoque es sublime). La pousada cuenta con 24 habitaciones estándar y seis apartamentos estudio, excelentes para familias. El patio central tiene una pequeña piscina y un jacuzzi al aire libre (tatuapara.com.br).

Praia do Forte Hostel, Praia do Forte.
Este popular albergue, muy bien organizado y situado en la entrada de la calle principal, es el mejor alojamiento en Praia do Forte. Las habitaciones del edificio original, en la planta baja, cuentan con ventiladores de techo, mientras que las de la nueva ala tienen aire acondicionado. La nueva ala tiene habitaciones para parejas y familias, mientras que las habitaciones de la planta baja son dormitorios con baño compartido. El acceso a las playas está a 500 metros, por la calle principal (albergue.com.br).

Pousada Santa Clara, Boipeba.
Pousada Santa Clara, a tan sólo 50 metros de la playa Boca da Barra, es un modelo de excelente gestión. Las hermanos neoyorkinos Charles y Mark -este último chef sublime- han combinado el exuberante entorno tropical con habitaciones sencillas y elegantes, además de contar con el mejor restaurante de la isla. La isla Boipeba es tan hermosa como la pousada, y hogar de las zonas supervivientes del bosque atlántico enormemente desbastado de Brasil y de algunas de las playas bordeadas de palmeras más idílicas del estado. El ritmo de vida es tranquilo, no hay coches y la ubicación remota de la isla protege su belleza natural. Para llegar hasta allí, hay que ir en un pequeño ferry o lancha rápida por los canales de los manglares (santaclaraboipeba.com).

Vila Guaiamu, Morro de São Paulo.
Durante el día, Morro de São Paulo (en la isla de Tinharé) es un remanso de playas bordeadas de palmeras y tranquilas aguas cristalinas ideales para nadar, o practicar esnórquel y buceo. Por la noche, es una isla con mucha marcha, popular entre los jóvenes brasileños y los viajeros internacionales. Las playas están numeradas de uno a cuatro, y la tercera playa, a 15 minutos a pie desde el pueblo, es la mejor para nada y es el hogar de algunas de las mejores pousadas de la isla, incluyendo la rústica Vila Guaiamu, que se encuentra en un enorme palmeral. Las 22 habitaciones están en chalets repartidos por la exuberante vegetación tropical de la propiedad, y la zona de recepción con el restaurante principal se encuentran en el centro del complejo. También hay un restaurante junto a la playa que sirve un excelente marisco y aperitivos locales. La isla está a 20 minutos en avión o 2 horas y media de paseo en catamarán desde Salvador (vilaguaiamu.com.br).

Velas a Vento, Taipu de Fora, Maraú.
Aunque no está directamente en la playa, Velas e Vento, a 80 metros por detrás de la arena, es la mejor pousada en cuanto a relación calidad-precio de la impresionante península de Maraú. La amplias habitaciones con baño incorporado están distribuidas en dos bloques, hacia los jardines tropicales y hacia la pequeña piscina. Un desayuno de campeones prepara a los huéspedes para el día, que puede consistir en paseos por la playa, excursiones a la bahía de Camamu o a las piscinas de arrecifes de Taipu de Fora, donde la marea baja revela una piscina natural de 400m de largo con una impresionante variedad de peces tropicales y maravillosa para practicar esnórquel. Otra joya de Maraú es el Bar das Meninas, una cabaña en la playa que sirve cerveza fría, cócteles creativos y deliciosos y petiscos (similares a tapas); y es el lugar de encuentro favorito de la península (velasevento.com.br).

Pousada Victor Hugo, Santo André.
Victor Hugo es una pousada situada frente a la playa y con un mantenimiento impecable, construida principalmente con materiales locales para crear un ambiente de confort rústico y buen gusto arquitectónico. Hermosos jardines tropicales rodean el salón / bar abierto al mar y cuenta con una genial banda sonora de música brasileña. No hay nada más que playa en muchas millas en cualquier dirección. Este tranquilo pueblo de pescadores del estuario cuanta con unas playas impresionantes, que se han mantenido a salvo del turismo de masas debido a su aislamiento. Los amantes de la cocina no deberían perderse el Restaurante Maria Nilza en las proximidades de Guaiú, que sirve una imaginativa cocina de Bahía. Si se dispone de tiempo, procurar llegar a Santo André en barco, ya que es uno de los mejores paseos por el río de Bahía (preguntar al propietario para más detalles) (pousadavictorhugo.com.br).

Pousada Tãnara, Itacaré.
Las playas de Itacaré ofrecen algunos de los mejores espacios de surf de Brasil, y la playa de surf más popular es Tiririca. En el medio, se encuentra Pousada Tãnara, a sólo unos pasos de la arena. Llena de rústico encanto, cuenta con seis habitaciones, todas ellas con terraza y aire acondicionado, excepto una. La pousada está construida casi en su totalidad de madera y situada frente al espectacular telón de fondo de la selva atlántica. El desayuno se sirve en la terraza con vistas a la playa, con la banda sonora de las olas rompiendo en una hermosa ensenada. Los profundos contornos del paisaje colindante ofrece maravillosos paseos por el bosque hasta playas o cascadas aisladas, y hay zonas ideales para practicar raftin, además de otros deportes de aventura (pousadatanara.com).

Vila do Mar, Caraiva.
Caraiva es un enclave de playas en el extremo sur de Bahía. Sin la ostentación de la cercana Trancoso y el bullicio de Arraial da Ajuda, Caraiva se extiende a lo largo de un tranquilo paseo, con el parque nacional Monte Pascoal al fondo. Pousada Vila do Mar cuenta con 14 habitaciones distribuidas en medio de cocoteros, una piscina frente al mar y un restaurante que sirve lo mejor de la cocina local. A corta distancia de la colina de Monte Pascoal, el primer lugar de Brasil en el que avistaron tierra los portugueses en 1500. Para los más enérgicos, hay excursiones a pie a playas alejadas, como Espelho (en caso de ir, asegurarse de comer en Silvana; hay que reservar con antelación), o a caballo a Barra Velho; o bien se puede ir en canoa por el río Caraiva. También se pueden recibir clases de vela hobie cat, windsurf y kite surf. No obstante, el gran espectáculo tiene lugar de noche, cuando el cielo del sur brilla lleno de estrellas (pousadaviladomar.com.br).

Fuente: Guardian Travel

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