¿Cómo saber si hay pérdida de líquido amniótico?

Durante la gestación, el bebé vive dentro de un saco en forma de globo lleno de líquido amniótico. 
 
En cualquier momento del embarazo puede producirse una rotura o una fisura del saco amniótico. Si el saco amniótico se rompe, normalmente se nota la salida de un chorro de líquido caliente. Pero a veces solo se produce un pequeño agujero que genera una pequeña fuga de líquido amniótico, de la cual muchas veces la embarazada no es consciente.
Es importante acudir al médico si sientes la pérdida de líquido o si te sientes «más húmeda» que de costumbre, y esta humedad proveniente del área vaginal.
 
 
Unos simples pasos pueden ayudarte a determinar si la bolsa amniótica se ha roto o si podrías está teniendo alguna pérdida de orina por problemas de vejiga.
  • Vaciar la vejiga.
  • Poner un paño doblado entre las piernas.
  • Esperar media hora, preferentemente recostada.
  • Pasado este tiempo comprobar si el paño está húmedo o seco. Si el paño está seco, es muy probable que el saco amniótico no esté roto, y la húmeda puede que se deba a un aumento de la secreción de moco o a una pequeña fuga de orina.

Si la superficie está mojada, es posible que se haya producido la rotura de la bolsa amniótica. Debes comprobar el color, ya que la orina generalmente tiene color mientras que el líquido amniótico es generalmente más claro que el de la orina. También debes comprobar el olor, si huele a orina.

Si tienes dudas sobre si podría se una fuga de orina o de líquido amniótico, lo mejor es acudir a un centro sanitario para que un médico lo valore. En el hospital, se comprobará la posible pérdida de líquido amniótico mediante un examen vaginal en el que normalmente el personal sanitario introducirá un pequeño pedazo de papel (tornasol) que cambia de color en contacto con el líquido amniótico.
 
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