Calambres en las piernas durante el embarazo

Los calambres son espasmos dolorosos muy comunes durante el embarazo, que se producen especialmente en los músculos de la pantorrilla

 
 
La mayoría de los dolores y molestias del embarazo mejoran durante la noche cuando se puede descansar, pero en el caso de los calambres en las piernas esto no es así. Por la noche, después de un largo día de tensión y la retención de líquidos, los calambres en las piernas suelen empeorar.
Comienzan alrededor del segundo trimestre y duran hasta el tercer trimestre.
 

¿Por qué se producen los calambres en las piernas en el embarazo?

Aunque no hay una causa concreta que pueda explicar por qué se producen los calambres en las piernas durante el embarazo, parece que al igual que otras molestias relacionadas con el embarazo, los cambios hormonales podrían estar relacionados.
 
Existen teorías que vinculan la aparición de los calambres con el aumento de peso sobre los músculos de las piernas y la compresión de los vasos sanguíneos en la parte inferior del cuerpo con la aparición de los calambres en las piernas durante el embarazo. Una dieta rica en fósforo y pobre en calcio o magnesio también podría influir con la aparición de los calambres.
 
 

¿Qué hacer cuando ser produce un calambre?

  • Estirar la pierna y flexionar suavemente el tobillo y los dedos del pie hacia adelante y atrás varias veces.
  • Poner el pie sobre una superficie fría puede ser útil para detener el espasmo muscular.
  • Poner una almohadilla térmica o dar un ligero masaje en la zona.
 
Después de haber sufrido un calambre pueden que la pierna se quede un poco dolorida durante unos días. Esto no es preocupante, pero si el dolor es severo y persistente, o incluso si aparece inflamación o enrojecimiento en la zona, es importante consultar con el médico. En casos muy raros podría haber un coágulo de sangre que requiere un tratamiento médico.
 

¿Cómo se pueden prevenir los calambres?

  • Antes de acostarse hacer algunos ejercicios de estiramiento.
  • Períodos alternos de actividad con períodos de descanso, y poner los pies en alto tan a menudo como sea posible cuando se está sentada.
  • Usar medias de compresión durante el día.
  • Beber suficientes líquidos.
  • Comer una dieta bien balanceada que incluya calcio y magnesio.
 

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