Historia de una adolescente
Mi hija Sonia cuando tenía menos diez años me obligó a dejar el tabaco. Era implacable. Y sus argumentos me llevaron a dejar de fumar rápidamente, incluso su actitud me ayudó a dejarlo fácilmente. Pasaron menos de cuatro años y mi hija empezó a fumar asidua y furtivamente. Su habitación con la puerta cerrada empezó a llenarse de humo y hoy con casi 17 años en sus salidas nocturnas el olor a tabaco le acompaña y delata a la vuelta. De poco o nada han servido continuos sermones, amenazas e incluso castigos.
Adolescentes, tabaco y riesgos para la salud
La American Lung Association da cuenta de que el uso del tabaco en la adolescencia está asociado a unos estereotipos de comportamientos determinados: luchas, tenencia de armas, atracción para comportamiento sexual de alto riesgo y consumo de alcohol y otras drogas.
Qué hacer con los hijos que fuman
- Evidentemente ser un buen ejemplo y no fumar, dándoles mensajes consistentes a cerca del peligro del tabaco para los adolescentes. La casa debe ser un espacio sin humo.
- Apoyar programas de salud coordinados en el Colegio que incluyan al tabaco y la prevención del mismo.
- Si los adolescentes ya son fumadores:
- Ayudarles para trazar objetivos realistas para dejar de fumar
- Darles apoyo y aliento
- Ayudarles a entender las razones que subyacen es el uso del tabaco: estrés, asentirse aceptado, sentir su independencia…
- Ayudarles a poner en marcha alternativas positivas sustitutivas: actividad física y/0 control del estrés.
- Ayudarles a analizar críticamente mesajes que «glamoricen» el uso del tabaco en Tv, películas, revistas, etc.
- Analizar su entorno. Por ejemplo investigaciones recientes muestran que aquellos jóvenes que compatibilzan sus estudios con trabajos tiene más prosibilidades de iniciarse rápidamente en el fumar (Ver investigación de la Johns Hopkins)
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