Visita a Doñana en barco

Hace unos pocos años estuvimos con nuesto hijo Rubén en el Parque Natural de Doñana. Fuimos hasta Sanlúcar de Barrameda y desde allí hicimos la excursión, rio Guadalquivir arriba, en un bonito barco que se llama Real Fernando. El nombre del barco es el mismo que tenía el primer barco a vapor que hizo la travesía, con viajeros a bordo, entre Sevilla, Sanlúcar y Cádiz el día 17 de julio de 1817.

Por supuesto este barco, aunque su apariencia es similar a la que debería tener su homónimo del siglo XIX, es un barco turístico y está equipado con los adelantos más modernos pero como sus plazas son limitadas es necesario hacer la reserva con un mes de antelación como mínimo.

El barco sale de un pantalán situado frente al Centro de Visitantes del Parque llamado Fábrica de Hielo que cómo su nombre indica era el sitio dónde se fabricaba el hielo para uso de los pescadores de Sanlúcar. El Centro, que está ubicado en Bajo de Guía, un barrio de pescadores cuya calle principal desemboca en la arena de la playa, muestra una exposición muy completa de lo que es el parque de Doñana, sus ecosistemas, la fauna y la flora, y que es aconsejable visitar antes de embarcar.

Pero lo más interesante que se puede hacer antes de subir al barco, según mi criterio, y aprovechando que la salida no se produce hasta las cuatro de la tarde, es tomarse unos langostinos de Sanlúcar, ya sean a la plancha o hervidos, junto con algún pescado de la zona, todo ello regado con manzanilla o con fino, en cualquiera de los múltiples restaurantes que hay en Bajo de Guía. Vale la pena.

El barco hace dos paradas en las que se puede desembarcar y visitar más de cerca la zona. Una en lo que se denomina “Poblado de la Plancha” y la otra en una zona marismeña llamada “Las Salinas”. El poblado es un conjunto de chozas marismeñas en las que se han simulado las características etnológicas más importantes de los antiguos pobladores de estos sitios que poco a poco han ido abandonando el lugar. Pues bien, estando visitándolo, coincidimos con un grupo de personas que bajaron de unos autobuses todo terreno muy singulares que provenían de Matalascañas, en la provincia de Huelva, y que habían hecho el recorrido por el interior del Parque.

Este encuentro fortuito hizo que aumentara mi interés por conocer más y mejor Doñana y desde entonces he estado esperando tener la oportunidad de acceder al Parque desde el otro lado, es decir desde la provincia de Huelva, y realizar la visita por tierra en un todo terreno como los que vimos en esa ocasión. Este fue el motivo fundamental de una segunda visita a Doñana que contaré en otro post.

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