De Almazán a San Esteban de Gormaz

Saliendo de Soria hacia el sur, en dirección Madrid, se encuentra a unos 32Km. la villa de Almazán. Segunda localidad en número de habitantes de la provincia de Soria, la única comunicada con la capital por un tramo de autovía y lugar estratégico para desde allí comenzar a visitar las iglesias románicas del sur de la provincia.
Entré en Almazán, nada más cruzar el rio Duero, por la Puerta de la Villa y enseguida me encontré en la Plaza Mayor donde destacaban, además de un aparcamiento para vehículos que ocupaba gran parte de la plaza, dos edificios, uno civil y otro religioso. El palacio de Los Hurtado de Mendoza, de estilo renacentista y la iglesia de San Miguel, románica, del siglo XII, que tiene bastante influencia musulmana en su arquitectura, como pone de manifiesto el formidable cimborrio octogonal de sillería y ladrillo que destaca en su exterior. Intenté visitar el interior de la Iglesia pero estaban restaurando alguna de sus naves y tan sólo era posible visitarla en grupo guiado. Así es que, mientras esperaba la llegada de otros visitantes, me dispuse a realizar un recorrido por la villa que resultó ser muy interesante. Subí por la calle Campanario hasta la iglesia de Nuestra Señora del Campanario, también románica, que se caracteriza por su cabecera de tres ábsides. Seguidamente crucé la puerta del Mercado y después de caminar unos metros por la Cañada Real Soriana y pasar por al lado del Convento de las Monjas Clarisas recorrí, por un sendero que a tramos se convertía en andamio, parte del exterior de la muralla de la villa. Salí del recorrido a la altura de la Iglesia de San Vicente, otro ejemplo de arte románico y que hoy está dedicada a Centro Cultural municipal. Bajando por la calle Palacio llegué al punto de partida, la Plaza Mayor, y después de comprobar que no se había formado ningún grupo para visitar la iglesia de San Miguel, opté por coger el coche y continuar viaje abandonando la villa de Almazán un tanto frustrado por no haber podido ver el interior de la iglesia.
Me dirigí por la carretera CL 116, que sigue más o menos el curso del rio, hacía Berlanga del Duero con la intención de comer allí. Berlanga, aunque no es rica en románico, tiene una magnifica colegiata construida en el siglo XVI, la Colegiata de Santa María del Mercado, declarada monumento nacional en 1931, cuya torre resalta sobre las casas de la localidad. También en las afueras y en lo alto de una colina se conserva un castillo defensivo que domina todo el paisaje y que fue construido en el siglo XV. Entré caminando a la villa por la Puerta Aguilera, vestigio de la muralla medieval, y busqué el restaurante Casa Vallecas, “el Vallecas”, que me había recomendado mi amigo Andrés. El restaurante está en un antiguo palacio cerca de la Colegiata, tiene un comedor amplio y aunque actualmente se dedica más al catering y a organizar banquetes, según me dijo su dueño, se puede degustar buenos platos elaborados con una gran dosis de creatividad y sobre todo una gran cantidad de vinos de la Ribera de Duero a un precio muy razonable.
Terminado el almuerzo decidí continuar viaje hacia San Esteban de Gormaz, pues quería ver una de las joyas del románico soriano, la iglesia de San Miguel, que posee la primera galería porticada románica que se conoce, construida a finales del siglo XI. También estaban restaurándola, pero afortunadamente entre los andamios se podía apreciar la belleza de sus arcos degastados por el paso del tiempo. En toda la zona hay bastantes templos con el nombre o bajo la advocación de San Miguel Arcángel, pero se hizo tarde y tuve que dar por terminada la excursión, pero en otro futuro viaje, con más tiempo disponible, me he propuesto visitar las otras iglesias románicas dedicadas a San Miguel, como la ermita en el pueblo Gormaz y las iglesias de los pueblos de Valdenebro, Caltojar y Andaluz.

Los más vistos

Lo lamentamos. No hay nada que mostrar aún.

Añadir Comentario