Mastitis: síntomas, causas y cómo tratarla

¿Qué es una mastitis y porqué se produce?

La mastitis es la inflamación de la glándula mamaria, que puede acompañarse o no de infección.

Habitualmente se asocia con la lactación, por lo que también se conoce como mastitis de la lactación o mastitis puerperal.  Es más frecuente en segunda y tercera semana después del parto, aunque puede ocurrir en cualquier momento de la lactancia.

Las dos principales causas de la mastitis son la estasis de la leche y la infección.

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La estasis de la leche se produce como consecuencia del estancamiento de la leche dentro de la mama a causa de la obstrucción de un conducto de leche o un problema en la lactancia materna (porque los pechos no se vacían correctamente en cada toma), y es la causante de la mastitis no infecciosa.

La mastitis infecciosa es causada por una infección bacteriana

Generalmente las bacterias no crecen en la leche humana, sin embargo, si los conductos de la leche están bloqueados y la leche se estanca, y la probabilidad de infección aumenta. Las bacterias que existen en la superficie de la piel de la mama penetran en el interior de la mama a través de pequeñas grietas o fisuras de la piel.

Las bacterias de la boca del bebé también pueden entrar durante el amamantamiento.

¿Cuáles son los síntomas de la mastitis?

En la mayoría de los casos sólo está afectada una de las mamas. Pueden estar presentes los siguientes síntomas:

  • Mama sensible y/o con dolor, enrojecida e hinchada
  • La piel puede aparecer apretada y brillante, y con estrías de color rojo
  • Fiebre alta (más de 38°C)
  • Escalofríos
  • Dolores musculares
  • Náuseas y vómitos
  • Sensación general de malestar

¿Cómo se trata una mastitis?

Siempre es importante consultar al médico por si hubiese necesidad de utilizar un tratamiento con antibióticos.

Es importante tratar de continuar con la lactancia ya que esto permite el vaciado del pecho. Además, es importante tener en cuenta que si se cesa el amantamiento, se puede producir una caída en la producción de leche.

No hay ningún riesgo para el bebé de la infección se transmita en la leche, por lo que esta no es una razón para dejar de alimentarlo.

También es recomendable tratar de masajear el área afectada de la mama mientras el bebé se alimenta, y la aplicación de calor en la zona.

Si no hay infección, los medicamentos no son muy eficaces en la resolución de la mastitis, pero puede ayudar con los síntomas.

El paracetamol o el ibuprofeno, pueden aliviar el dolor y reducir la fiebre. Estos fármacos pueden pasar en pequeñas cantidades a la leche materna, por lo que antes de tomarlos debe consultar a su médico.

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¿Cómo se puede evitar una mastitis?

Para disminuir el riesgo de mastitis es importante:
  • Colocar bien al bebé en el pecho. El bebé debe cubrir con la boca el pezón y toda la areola que le sea posible. Debe estar bien colocado frente a su madre, sin que tenga que girar la cabeza para agarrarse al pecho, y abrir bien la boca. Contacto ventral.
  • El bebé debe alimentarse frecuente y regulamente para mantener una secreción de leche suficiente. Si no se puede alimentar al bebé con frecuencia es importante extraer la leche con un sacaleches.
  • Asegúrese de vaciar los pechos completamente en cada toma. Pruebe diferentes posiciones de alimentación hasta encontrar el más efectivo para el drenaje de los senos.
  • Trate de descansar regular.
  • Beber mucho líquido.
  • Evitar llevar ropa ajustada.
  • Calentar el pecho antes de amamantar al bebé hace que sea más fácil sacar la leche.
 
Aquí os dejamos un vídeo en el que podéis ver  las diferentes posiciones en las que puedes dar el pecho a tu bebé:

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