¿Cómo se diagnostica el cáncer de próstata localizado?

Un cáncer de próstata localizado generalmente no causa síntomas

Los síntomas urinarios que a menudo se producen en los hombres, por lo general son causados ​​por el agrandamiento benigno de la próstata, y no siempre tienen porqué estar relacionados con el cáncer.
 
Cuando el médico sospecha la posible existencia de un cáncer de próstata suele recomendar realizar las siguientes pruebas:

• Análisis de sangre

Para medir los niveles del antígeno prostático específico (PSA). Aunque se trata de una prueba controvertida, un aumento de esta proteína en la sangre, indicar que se necesitan realizar más pruebas.
 

• Examen digital rectal

Permite comprobar el tamaño de la próstata y ver si hay alguna anormalidad. Esta es una prueba complementaria, es decir, un examen digital normal no descarta el cáncer de próstata, e incluso si es positivo tampoco determina que exista un cáncer. Ninguna de estas pruebas es diagnóstica. De hecho, la mayoría de los hombres con un resultado positivo en la prueba de PSA no tienen cáncer de próstata, por lo que se necesitan más pruebas.  

• Proporción de PSA total libre

Cuando los niveles de PSA son moderadamente elevados, y antes de hacer una biopsia, puede estar indicado hacer otra prueba para medir los niveles de PSA libre en sangre. Unos niveles bajos de PSA libre puede indicar un cáncer de próstata.
 

• PCA3

Mediante una prueba de orina se mide el nivel del gen PCA3. Los resultados de esta prueba y la de PSA pueden ayudar al médico a decidir la necesidad de una biopsia.

 

• Biopsia

Esta es la única forma con la que se puede hacer un diagnóstico firme de cáncer de próstata.

Consiste en tomar una pequeña muestra de tejido de la próstata mediante una aguja guiada por ultrasonido. El tejido se envía a un patólogo para ser analizado.

 

• Resonancia magnética

Esta técnica permite la detección de un cáncer de próstata clínicamente significativo.

 
 
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