La procesionaria del pino: ¿una amenaza para la salud?

Todo lo que debes saber sobre la procesionaria del pino

Los meses previos a la llegada de la primavera, es muy frecuente encontrar en parques y jardines donde hay pinos, plagas de orugas de procesionaria.

Estos gusanos están cubiertos de pequeños pelos que provoca riesgos para la salud niños, adultos y animales domésticos.

El cambio climático está produciendo un aumento de la población de procesionarias del pino y de las zonas que pueden habitar.

Conocer un poco más sobre estos gusanos, y cómo actuar frente a su contacto puede ayudarte a evitar problemas graves

Procesionaria del pino: Riesgos salud

Procesionaria del pino. Imagen: Arturo Reina

 

La procesionaria del pino

La procesionaria del pino, Thaumetopoea pityocampa Schif, es una mariposa conocida sobre todo por sus orugas urticantes, que al principio de la primavera abandonan sus característicos bolsones (nidos),  formando una procesión una detrás de otra, para enterrarse en la tierra y completar su metamorfosis. 

Afecta principalmente a todas las especies de pinos, y en ocasiones también a abetos y cedros. Su presencia provoca que los árboles afectados pierdan las hojas, debilitando así los bosques afectados.

Además de los daños que provocan en nuestros bosques y masas de pinos, presentan una particularidad que supone un riego para la salud de las personas y de los animales.

¿A quién afecta estas orugas?

Los pelos de las orugas pueden afectar a cualquier persona, pero los asmáticos en particular corren el riesgo de sufrir un ataque severo.

Los pelos también pueden afectar a los animales, incluidos perros, gatos y caballos, por lo que es importante mantener a las mascotas y al ganado lejos de los árboles infestados. 

¿Por qué estas orugas causan problemas de salud?

Esto se debe a que las orugas están cubiertas de pequeños pelos que contienen una toxina (thaumetopoeina), y es el contacto de estos pelos y toxinas con la piel, lo que puede causar los síntomas.

Para prevenir las erupciones, es importante evitar cualquier contacto físico, no sólo con las orugas, sino también con sus nidos, o con los árboles afectados por esta plaga.

Los pelos pueden despegarse del cuerpo de las orugas y ser arrastrados por el viento y entrar en contacto con personas y animales. 

¿Qué tipo de síntomas causan?

  • Si los pelos o las toxinas entran en contacto con la piel, pueden causar una erupción en la piel con mucho picor. La erupción suele aparecer principalmente en el cuello, brazos, piernas y tronco. Es el problema más común, que es desagradable pero no peligroso.
  • Si entran en contacto con los ojos, pueden causar enrojecimiento, hinchazón de los párpados y dificultad para abrirlos y en casos muy excepcionales, incluso ceguera. Estas conjuntivitis pueden llegar a requerir cortisona para su tratamiento.
  • Problemas respiratorios. En personas sensibles puede provocar la aparición de reacciones alérgicas pueden causar una inflamación de las vías respiratorias y dificultar la respiración, lo que constituye una emergencia médica.

¿Hay algún tratamiento?

Se recomienda lavarse las manos de manera inmediata y, en el caso de sufrir alguna reacción cutánea, calmar el picor y el escozor con hielo y aplicar en la zona algún antihistamínico o antiinflamatorio si fuera preciso.

¿Qué debo hacer si veo un nido?

Lo mejor es prevenir.

Hay que evitar tocarlos y no intentar retirarlos.

¿Qué se puede hacer para controlar este problema?

Como remedio para evitar estas plagas sería necesario sistematizar los tratamientos de control y prevención de esta especie, como:

  • Destrucción de bolsones
  • Tratamientos con insecticidas
  • Empleo de trampas de feromonas
  • Instalación de barreras físicas

 

Lecturas relacionadas: 

Añadir Comentario