El pueblo de Briñas es un pueblo en la frontera entre la Rioja y Alava, rodeado por campos de vides y flanqueado por el majestuoso Rio Ebro. Es un pueblo pinturesco tanto por sus edificios nobles y muy cuidados por sus habitantes, como por la naturaleza que le rodea y la Hospedería Señorio de Briñas es un hotel rural ideal para pasar unos días de relax y explorar esta zona tan atractiva de España.
El hotel es un antiguo palacio del siglo XVIII y gracias a una cuidadosa e imaginativa restauración por parte de los dueños, hoy es un hotel rural que retiene el esplendor de tiempos pasados y ofrece comodidades modernas en habitaciones 
muy amplias con una decoración rústica ( piedra, barro, muebles antiguos, cerámicas) realizada con mucho estilo.
El servicio es muy amable y los precios muy razonables. El hotel dispone de un salón con muebles y juegos, un pequeño spa con sauna y jacuzzi en la vieja bodega del palacio donde se ofrecen también masajes y vinoterapia.
No dispone de restaurante pero sí cafetería donde se puede tomar una cena de picoteo de productos locales (ensalada de tomate, huevo frito con chorizo, esparragos, pimientos de piquillo, queso, jamón….) regado, como no, con un vino de una bodegas ubicada en el mismo pueblo.
El desayuno es un buffet amplio y lo único mejorable sería el café que al servirse en termos tiende a estar algo frio al servirse.
El entorno de Briñas es muy atractivo. Se puede ir andando o en bicicleta por una senda preciosa al lado del Ebro hasta Haro y pasear por las calles del pueblo de Briñas para contemplar la Iglesia de la Asunción del siglo XVI, el Humilladero y crucero del mismo siglo y la Plaza Mayor. Desde el hotel se puede reservar cursos de cata de vinos, sesiones de golf con 15% descuento, visita al museo de la cultura del vino Dinastía Vivanco, deportes de aventura, senderismo por viñedos y hasta paseos en globo.
Además, los clientes del hotel Hospedería Señorio de Briñas pueden disfrutar de una visita guiada gratis por las Bodegas Heredad Baños Bezares en la que se incluye una cata de tres de sus muy dignos vinos: un blanco, una crianza y una reserva, todo bajo la tutela y las aclaraciones de Blanca Baños.
