La tecnología ha llegado a nuestras vidas para quedarse y hoy ya constituye un elemento fundamental en nuestro día a día. En apenas unos años, la aparición de los dispositivos móviles lo ha revolucionado todo, desde cómo nos comunicamos con los demás a cómo pagamos nuestras compras.
Teléfonos, relojes inteligentes, dispositivos vestibles… Y eso es solo una parte. En realidad se están produciendo avances increíbles en numerosos campos que, combinados entre sí, podrían dar lugar a cambios realmente asombrosos en nuestras vidas. Estos son algunos de ellos.
1. Muchas de las enfermedades que hoy en día son un problema desaparecerán
Cada vez sabemos más sobre el ADN y sobre cómo envejecemos y ese conocimiento permitirá que enfermedades como el Alzheimer y la demencia sean más fáciles de prevenir. Los importantes avances que se están produciendo en este campo podrían ralentizar tanto el proceso de avance de estas enfermedades que podría llegar a resultar imperceptible.
En cuanto a las enfermedades genéticas, como la diabetes de tipo 1, podremos modificar nuestro genoma mediante ingeniería genética para eliminar los genes portadores de la enfermedad. Y no sólo eso, los científicos también serán capaces de alterar las secuencias del genoma que hacen que la enfermedad sea hereditaria para que ya no pase a las siguientes generaciones.
Ray Kurzweil, reconocido científico, inventor, escritor y futurista, va más allá todavía y predice que podremos alterar nuestra biología para, entre otras cosas, desactivar las células madre que originan el cáncer o incluso retardar la progresión de la aterosclerosis, principal causa de las cardiopatías.
2. Los medicamentos para el cáncer serán mucho menos dañinos
Muchos de los tratamientos para el cáncer empleados hoy en día y, especialmente, el más común, la quimioterapia, son muy nocivos para el cuerpo humano y sus efectos son devastadores, al no diferenciar entre células cancerosas y sanas. Los avances en nanotecnología permitirán desarrollar nuevos sistemas de administración de fármacos no invasivos y de gran precisión, con los que se podrá liberar el medicamento justo en la zona afectada. Eso permitirá utilizar dosis mucho menores, adaptadas específicamente a las necesidades de cada paciente. Además, combinado con los avances en el campo de la genética, permitirá tratamientos mucho más individualizados y eficaces y más llevaderos.
3. Las comunicaciones serán fundamentalmente inalámbricas y todo estará conectado entre sí
En realidad, todo estará conectado a todo, formando una gigantesca red de dispositivos que se conoce ya como el Internet de las Cosas (IoT). Desde los electrodomésticos y otros sistemas del hogar, como la calefacción o la iluminación, que podremos controlar perfectamente a distancia con nuestro teléfono móvil o algún dispositivo vestible, a los diferentes servicios urbanos, como el transporte o la gestión de residuos. Habrá sensores repartidos por toda la ciudad y todo, desde los semáforos a los contenedores serán inteligentes. Eso permitirá evitar atascos de tráfico, uno de los principales problemas de las grandes ciudades, que más molesta a sus ciudadanos y que genera unos niveles importantes de contaminación. O gestionar mejor la recogida de residuos, dado que esos contenedores inteligentes podrían notificar al personal del servicio de limpieza cuando están llenos para que pasen a vaciarlos, mejorando así la eficiencia del servicio.
4. La energía solar será la fuente de energía más extendida, utilizada en combinación con otras renovables
Hace un par de años saltaba la noticia: “La energía solar ya es más barata que la de los combustibles convencionales”. En cualquier caso, los costes de la energía solar son cada vez menores y los paneles fotovoltaicos y las centrales térmicas solares son cada vez más eficientes, por lo que, en combinación con otras fuentes de energía renovables, en 2025 podrían servir para abastecer un porcentaje muy elevado de las necesidades energéticas de los diferentes países; eso sí, siempre y cuando esos países hayan hecho sus deberes en materia de energías renovables.
Diversos países, como Dinamarca o Alemania, están apostando muy fuerte por este tipo de energías limpias y ya están viendo resultados. Algunos ejemplos:
- El más reciente es el de Portugal, que marcó todo un hito en mayo de este año, al conseguir funcionar todo el país durante cuatro días consecutivos sólo con energías renovables.
- También está Uruguay que, actualmente, genera casi el 95% de su electricidad a partir de energías limpias y el precio de la luz en el país ha bajado.
Utilizando una combinación de diferentes energías renovables como la eólica, la geotérmica, la hidráulica, etc.; y un sistema de instalación distribuida, en el que además de las grandes plantas solares, cada usuario individual, edificio de vecinos o empresa tenga su propia instalación solar que complemente la producción general, estos países llegarán, sin duda, a 2025 con un porcentaje de energía procedente de las renovables muy elevado o incluso el 100%.
5. Los envases y bolsas biodegradables serán lo normal
Ciertos tipos de envases han estado recibiendo muchas críticas, y con razón. Cuidar el medioambiente es fundamental para nuestra supervivencia a largo plazo y eso implica resolver el enorme problema de gestión de residuos que tenemos entre manos por utilizar materiales que en muchos casos no sólo no son biodegradables ni reciclables, sino que además tardan siglos en descomponerse. El problema se irá corrigiendo a medida que el uso de envases y bolsas de origen vegetal y biodegradables se vaya extendiendo hasta convertirse en lo normal.
Algunas industrias todavía se resisten al cambio, pero a la larga será inevitable. El hecho de que se produzca antes o después en este caso, dependerá no sólo de los posibles avances, sino también de las políticas y leyes que instauren los diferentes gobiernos en todo el mundo. Si bien es verdad que podría haber una pérdida de empleos como consecuencia de la desaparición de estas industrias, también se crearán con el tiempo nuevos puestos de trabajo en la fabricación de estos envases y bolsas biodegradables.
6. No tendremos que conducir y habrá menos accidentes de tráfico
Cada vez hay más coches semiautónomos en el mercado, con diversas funciones automatizadas de apoyo a la conducción humana. Un ejemplo es el nuevo Mercedes-Benz Clase E. Y según diversos expertos, si el marco legal lo permite, hacia 2020 podría haber ya coches completamente autónomos en las carreteras y en 2025 podrían ser algo habitual. Google lleva años probando sus vehículos sin conductor en las carreteras de California y Texas y su flota de más de 50 coches ha superado ya los 2 millones de kilómetros recorridos. Muchas otras compañías, entre ellas Tesla, Nissan, Mercedes-Benz, Audi, BMW, Ford o Citroen, están probando ya también sus propios vehículos, aunque en general, van muy por detrás de Google en cuanto a kilómetros recorridos en fase de pruebas.
En un principio, Google anunció que sus coches autónomos podrían estar listos para salir al mercado en 2017, pero la fecha podría retrasarse a 2020. Por su parte, BMW acaba de anunciar que su primer coche completamente autónomo, el BMW i Next, será eléctrico y saldrá al mercado en 2021. En cualquier caso, es probable que en 2025 ya sean una realidad.
Teniendo en cuenta que el 94% de los accidentes que se producen hoy en día se deben a un error humano, se espera que estos vehículos autónomos reduzcan considerablemente el número de accidentes en las carreteras. También podrían evitar los atascos de tráfico y reducir las emisiones de contaminación y los costes, especialmente en el caso de vehículos de transporte mercancías. En cuanto a los usuarios, se evitarán el estrés que conllevan la conducción y la búsqueda de aparcamiento, además de poder dedicar el tiempo del trayecto a otras cosas, como por ejemplo, leer.
7. Predominarán los vehículos no contaminantes
Los coches eléctricos tienen cada vez más autonomía y mejores prestaciones. El sedán Model S de Tesla es un claro ejemplo. Incluso los hay capaces de superar los 350 km/h como el Concept_One, del fabricante de coches croata Rimac Automobili. Por el momento, su principal inconveniente es el precio, pero a medida que los precios disminuyan su uso se irá generalizando hasta convertirse en la norma. También se están probando otras fuentes de energía, como las pilas de combustible de hidrógeno. De lo que no hay duda es de que en 2025, la mayor parte de los vehículos serán no contaminantes.
Paralelamente, a medida que aumenta la conciencia medioambiental de las personas, cada vez más gente se moverá por las ciudades en bicicletas eléctricas y transporte urbano.
8. En lugar de comprar ciertas cosas podremos imprimirlas en 3D
La impresión 3D revolucionará la fabricación y el comercio por completo. En 2025 será habitualtener una impresora 3D en casa, así que en lugar de ir a una tienda física a comprar un producto o comprarlo por Internet, como hacemos hoy en día, podremos adquirir por Internet un diseño 3D de un producto (o descargar uno libre) y personalizarlo a nuestro gusto para, a continuación, imprimirlo directamente en casa.
Se podrán imprimir cosas muy diversas, entre ellas, protésis para personas a las que les falta algún miembro y su precio se reducirá considerablemente.
9. Los robots y los asistentes virtuales nos acompañarán en nuestra vida diaria
En casa, en el trabajo, en las tiendas, los robots y la inteligencia artificial estarán integrados completamente en nuestras vidas. Podremos comunicarnos con todos los elementos del hogar, con nuestro coche, con máquinas… Nos recibirán robots en las tiendas, en el banco, en los hoteles… Y hablaremos con agentes cognitivos como Amelia cuando llamemos a cualquier número de atención al cliente o queramos contratar cualquier tipo de seguro. La convivencia con las máquinas será algo completamente normal y ya no llamará la atención.
10. Teletransportación
La teletransportación o proceso de trasladar objetos o partículas de un lugar a otro instantáneamente, lleva muchos años apareciendo en las obras de ciencia-ficción. Desde el teletransportador de Star Trek a los trasladores de los libros de Harry Potter. Pues aunque hoy en día todavía nos suene increíble, los recientes descubrimientos acerca del Boson de Higgs y las investigaciones que se están desarrollando en torno a él, permitirán poner en práctica, en los próximos años, las teorías existentes acerca de la teletransportación, por lo que dentro de 10 años podría ser una realidad o bien estar muy cerca de conseguirlo. Sin duda, sus implicaciones serían enormes.
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