¿Realmente existe algún método que induzcan el parto de forma natural?
Conforme se acerca la fecha de parto, muchas parejas están ansiosas por ver a su bebé. Aunque se oyen muchas posibles técnicas para desencadenar el parto, en la mayoría de los casos son rumores y no se ha demostrado su fiabilidad, e incluso podrían llegar a ser potencialmente dañinas. Antes de utilizar cualquiera de estos métodos es importante consultar con un médico, y nunca utilizarlos antes de la semana 38 de gestación.
Entre los métodos destacar:
- Acupuntura. Este es un método que ha sido utilizado durante siglos en algunas partes de Asia para desencadenar el trabajo de parto. Aunque se trata de un método que aún se está investigando, un pequeño estudio de la Universidad de California del Norte encontró que el 70% de las mujeres que recibieron acupuntura a partir de la semana 39 de embarazo se pusieron de parto por su cuenta, frente al 50% de las que recibieron la atención estándar. Además también parece que redujo la probabilidad de parto por cesárea.
- Relaciones sexuales. El esperma contiene prostaglandinas, unas sustancias naturales que actúan de forma similar a los fármacos utilizados para inducir el parto en los hospitales. Las prostalglandinas ayudar a la maduración del cuello del útero. Además durante el orgasmo se libera oxitocina, que también puede desencadenar contracciones.
- Estimulación del pezón. Masajear los pezones durante unas horas al día puede hacer que se libere oxitocina, lo que provoca la aparición de contracciones uterinas.
- Masajes. Los masajes aumentan la producción de oxitocina, y por tanto puede provocar contracciones.
- Caminar. Al caminar, la fuerza de la gravedad y el movimiento de la caderas, favorece que el bebé se encaje en el canal del parto. La presión que ejerce el bebé en la pelvis favorece el inicio del trabajo de parto.
- Alimentos picantes. Algunas personas creen que la comida picante irrita los intestinos y que ésto puede causar que el útero se contraiga.
- Comer piña. La piña contiene la enzima bromelina, que se cree para ayudar a ablandar el cuello del útero y provocar el parto.
- Aceite de ricino. Su efecto parece fundamentarse en la estimulación de los intestinos sobre los que está apoyado el útero. El aceite de ricino produce espasmos en los intestinos, que irritan el útero y acaban provocando la aparición de contracciones. Puede provocar diarreas graves que causen deshidratación, por tanto es importante consultarlo con el médico antes de tomarlo.
- Cohosh. Esta planta contiene compuestos que pueden actuar como estrógenos en el cuerpo. Dada la falta de estudios sobre la seguridad de esta planta durante el embarazo no se recomienda su uso.
- Aceite de onagra. Parece que actúan favoreciendo el ablandamiento y la dilatación del cuello del útero, y por tanto favoreciendo el comienzo del trabajo de parto.
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