La sal común, conocida popularmente como sal, proporciona a los alimentos uno de los sabores básicos, el salado y se emplea fundamentalmente, como condimento de algunos platos y como conservante en los salazones de carnes y pescado.
Pero como la sal no es tóxica, se le puede dar muchos más usos que los citados arriba. Y aquí te damos 11 ideas:
1. Evitar que se rompa la cáscara de los huevos al cocerlos:
Añadiendo un poco de sal al agua antes de que esta hierva.
2. Quitar el hielo de las aceras
En caso necesario se puede utilizar como sustituto de la sal de roca.
3. Montar nata o huevos
Más rápido y mejor añadiendo una pizca de sal antes de batir.
4. Eliminar residuos pegados a una plancha
Pasar la plancha caliente (sin vapor) sobre un papel liso con sal.
5. Evitar que se seque el pollo o el pavo
Echar sal en la cavidad del ave antes de cocinar.
6. Limpiar tuberías
Verter por el desagüe una disolución concentrada caliente (media taza de sal por cada litro de agua).
7. Limpiar verduras con hojas, como las espinacas
Lavar la verdura en una tina con agua con sal.
8. Evitar que los salteados con huevo o calabacín se pongan aguados
Rociar los vegetales con sal antes de cocinarlos.
9. Evitar que se acumule hielo en las ventanas de los coches
Frotar el cristal con una disolución de 2 cucharillas de sal en unos 4 litros de agua y secar con un paño.
10. Quitar las manchas de vino tinto y sangría de ropa lavable
Extender el tejido sobre una tina, cubrir la mancha con sal y verter con cuidado agua hirviendo sobre ella
11. Enfriar rápido una botella de cava
Meter la botella en una cubitera con hielo en la base y rociarla con unas cuentas cucharadas de sal. Ir añadiendo capas de hielo y sal hasta llegar al cuello de la botella y rellenar con agua. Esperar 10 minutos y servir.
Fuente: Real Simple