Comer antes o después de entrenar
La alimentación y el ejercicio físico son claves para una vida sana.
Si practicamos ejercicio físico, la alimentación es clave para ayudar a nuestro cuerpo a rendir más y a recuperarse antes. Pero ¿cuándo es el mejor momento para hacerlo? ¿Antes o después del ejercicio?
La respuesta corta: ¡Es mejor hacer ambas cosas!
Comer antes de un entrenamiento tiene un propósito muy diferente a comer después de un entrenamiento, pero ambos son igualmente importantes.
¿Quieres saber por qué?
Las principales fuentes de combustible de nuestro cuerpo son:
- Grasa corporal. Se almacena como triglicéridos en el tejido graso
- Carbohidratos. Se almacenan en los músculos y el hígado en forma de glucógeno, y también están disponibles en forma de azúcar en la sangre.
Ejercicio en ayunas
Hacer ejercicio en ayunas hace que el cuerpo use la grasa para obtener energía. Sin embargo, la investigación no muestra que esto se traduzca en una mayor pérdida de grasa corporal.
Comer antes del ejercicio
Los beneficios de comer antes de hacer ejercicio puede variar según la situación:
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Ejercicio de corta duración
No tiene porqué afectar al rendimiento. El cuerpo tiene reservas de energía en forma de grasa y glucógeno que son las que permiten hacer ejercicio incluso si no se ha comido durante horas. Pero esto va a depender de cada persona.
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Ejercicio de larga duración
Mejora el rendimiento. Consumir hidratos de carbono de digestión más lenta o comer varias horas antes del ejercicio puede beneficiar el rendimiento en ejercicios de larga duración.
¿Qué comer antes del ejercicio?
Una comida previa al entrenamiento debe ser rica en carbohidratos simples, que sean fáciles de digerir, para garantizar la energía para el entrenamiento.
Comer después del ejercicio
Comer después del ejercicio es importante, pero no ser necesario comer justo en el momento en que se termina de entrenar.
Lo recomendable es comer tan pronto como sea posible después del ejercicio.
El consumo de proteínas puede ayudar a reparar los músculos y otros tejidos, mientras que los carbohidratos pueden ayudar a restaurar las reservas de glucógeno.
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