Empresa: Cómo motivar a alguien que no te cae bien

Reconozcámoslo. Es casi imposible que todo el mundo te caiga bien. Y aunque hacer amigos no es la tarea principal de un jefe, llevarse mal con un 1 o 2 empleados puede interferir con tu trabajo.

Cuando alguien alguien no te cae bien no tienes la misma predisposición ni actitud a motivarlo lo que afectará al resto del equipo, a los proyectos y al clima de trabajo general.

Antes debes

Lo primero que tienes que hacer es ser consciente de tus pensamientos y sentimientos. Si las frases «Es que no le aguanto», «Me pone furioso» están siempre en tu cabeza debes cambiar tu forma de pensar. 
Reconoce que la ira, la frustración o la confianza es una reacción que nace de ti y que sólo tú tienes poder para hacerte sentir algo. Averigua por qué reaccionas así y llega a la raíz del problema. Sé el dueño de tus emociones.Una vez tengas claro lo que te hace reaccionar así, sigue estas 3 estrategias:

1. Si estás incómodo con un empleado, aumenta tu tiempo con él

Puede sonar a contradictorio, pero cuando alguien no te cae bien intentas evitarlo de todas las maneras posibles. ¡Imagínate lo desmoralizador que debe ser para un empleado que su jefe ni le mire! Necesitas crear más oportunidades para estar juntos y así conoceros más a fondo. Esto te beneficiará en 2 cosas: te acostumbrarás a sus peculiaridades, lo que hará que te sientas más cómodo con ellas. Y en segundo lugar aprenderás qué es lo que no te gustaba de él o ella y así podrás aprovechar ese conocimiento como fuente para su motivación. Intenta empezar una conversación diciendo: «Tú y yo no hemos tenido oportunidad de conocernos más. ¿Cuáles con las cosas más importantes que crees que debo saber de ti?

2. Céntrate en los hábitos positivos

Si te centras constantemente en lo que quieres cambiar de la otra persona será una constante decepción para ambos. Redirige tu atención a lo que te gusta. Piensa en un rasgo o hábito de esa(s) persona(s) que te haya impresionado, aunque haya sido exagerado en ese momento. ¿Es un favorito entre tus clientes? ¿Llama la atención su manera de hacer las cosas? Presta más atención a los aspectos positivos que pretendes animar. El empleado se motivará al oír cómo el equipo valora sus puntos fuertes para tener éxito.
Imagina a un comercial siendo agresivo con los clientes. Si replanteas la prepotencia como persistencia estarás animando a que ese comportamiento negativo de marcha atrás al comenzar una conversación. Podrías decir algo así como «Te he estado observando hoy y he visto que realmente das todo de ti. Admiro tu persistencia. A la vez me he dado cuenta que parece no funcionar con todo el mundo. ¿Cuándo crees que es mejor no emplearlo con alguien una segunda vez?»

3. Si crees que tu(s) empleado(s) se comporta irrespetuosamente llega a la raíz de su comportamiento

Si lo que no te gusta de tus empleados es su mal comportamiento no serás capaz de motivarlos a menos que tengas un poco de empatía.

La mayoría del mal comportamiento no tiene una intención destructiva, es autoprotección. Averigua qué es lo que intenta proteger esa persona. ¿Su frágil autoestima? ¿Está preocupada por algo personal?

Haz preguntas abiertas como: «¿Ocurre algo?» «¿Qué te preocupa?» «¿Qué te ha hecho estallar?» Cuando averigües qué hay detrás de ese mal comportamiento tendrás una mejor visión de cómo motivar el buen comportamiento. Por ejemplo, si descubres un problema de autoestima, puedes determinar que un empleado necesita más atención o que podría reaccionar mejor a refuerzos pequeños y manejables que le permiten espacio para su crecimiento sin tomar riesgos innecesarios. Independientemente del origen del malestar de tu empleado, será difícil que se motive hasta que pueda mejorar su conexión con la empresa.

Puedes expresar tu deseo de mejorar la relación con frases como «Siento que no hemos tenido un buen comienzo y me gustaría cambiarlo», «¿Qué tal si empezamos de 0?».

No es tu trabajo ser el mejor amigo de todos. Pero si una relación agria está afectando a tu capacidad para motivar a un empleado, el riesgo de que falle pasará, por lo que fallarás tu también. Mantén un buen clima entre tus empleados y te ahorarrás muchos disgustos.

Yo, como siempre, te espero en la próxima. Un gran saludo y un abrazo, Andrea.

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