Sinceramente no trato de hacer ninguna concesión fácil. Como muestra, recuerdo que hace pocos meses me atreví a plantear en este blog mi visión un tanto crítica del Silicon Valley. Tengo que reconocer sin embargo, mi fascinación por el Japón actual. No haré ninguna alegoría turística, gastronómica (no por falta de ganas) o cultural. Me centraré en ocho reflexiones que tienen su importancia en el ámbito de las empresas y el emprendimiento.
El pueblo japonés: qué podemos aprender de un país fascinante
1.Seriedad, sentido del honor y del compromiso.
En la historia del Japón su cultura está trágicamente enraizada por llevar a extremos la no traición de sus principios (*). Hoy en gran medida me atrevería a asegurar que en su sociedad, y en concreto en el mundo de los negocios, prevalece el sentido de lucha, honor y compromiso, tan enraizado en su cultura e historia.
2. Sentido de una comunidad ejemplar.
Pese a la entidad de las aglomeraciones urbanas, la tasa de criminalidad del Japón es la mitad que en España o Alemania, diez veces inferior a la de EE.UU. o cincuenta veces inferior a la de Brasil. Más allá de una sensación de seguridad. hay incontables pequeños detalles donde se percibe esto. Desde llevar una respetuosa mascarilla en espacios públicos (trabajo, comercio, trasportes…) para evitar contagios de resfriados, gripes o la pulcritud y obsesión por la limpieza de los espacios públicos. El japonés profesa un enorme respeto por la comunidad y la convivencia.
3. Su implicación y disciplina en el trabajo.
Lo de la «huelga a la japonesa» es una leyenda española. Pero lo cierto es que muchos trabajadores, sin que sus empresas tengan que recurrir a fórmulas motivacionales (Google y su 20%) se vuelcan con la mayor implicación y productividad. Es un tema que va más allá de las estadísticas registradas. Directivos y empleados suman horas a su jornada laboral con independencia de su remuneración o exigencia. El cumplimento de los KPIs se antepone como compromiso e implicación al mero cumplimiento de la jornada laboral. El trabajo forma parte de una cultura donde su prioridad se antepone incluso a la familia. Se considera de mala educación dejar el trabajo justo cuando «concluye la hora» o los trabajadores paran sus relojes para que se cumpla la fecha acordada para la conclusión de una tarea o trabajo.
4. Su concepción global inteligente.
La posición estratégica de Japón en Asia -el centro de gravedad económica de nuestro siglo- (¿Estará en Asia el próximo Silicon Valley?) no excluye la búsqueda de nuevos mercados con alto potencial e incluso de alto riesgo. Su concepto de la globalización es inteligente y se plantea desde el respecto de aquel que toma en alta consideración su propia identidad cultural y y ostenta con orgullo sus tradiciones.
5. Su progresiva capacidad para adaptarse y reinventarse.
De una economía tradicional a potencia industrial y en la actualidad su inteligente transición a la economía digital y a los sectores de conocimiento. Tengo la convicción de que Japón será una de las potencias que lideren la economía digital en los próximos años.
6. Su identidad, orgullosos de sus tradiciones y apuesta por el progreso.
Su capacidad para asimilar su pasado, sus tradiciones y diseñar su modernidad como un proceso que necesita una actualización permanente. Me fascina cómo evoluciona este país hacia el cambio. Hay mucho sosiego y sabiduría a la hora de asimilar el progreso sin dañar o menoscabar sus principios y convicciones.
7. Su capacidad para hacer frente a la adversidad.
El trauma de la II Guerra Mundial con el único país que ha sufrido los únicos ataques nucleares de la historia y tras las cenizas emerger como potencia económica del mundo. El azote sísmico permanente, el reciente tsunami devastador aparejado con la crisis nuclear de Fukushima… No es un país donde la naturaleza lo pone fácil. Pero es un pueblo que sabe superar y afrontar con disciplina y fuerza la mayor adversidad.
8. Su sensibilidad e inteligencia.
Hace poco leí sobre algunos de los atributos que definen a los japoneses. Son en parte tópicos sobre los que es difícil estar en desacuerdo: formales, educados y corteses, extremadamente puntuales, amables, abnegados con el trabajo, amantes del trabajo en equipo, respetuosos con los mayores, con la sabiduría, su pulcritud social… En definitiva un pueblo sensible e inteligente con los valores que definen por excelencia la cohesión social.
Referencias y citas: El pueblo japonés, como cualquier otro, no es perfecto. Su historia como nación deja constancia de problemas, errores y episodios en los que los humanos no sacamos precisamente lo mejor de nosotros mismos. Pero a los ojos de cualquier observador se vislumbra mucha ejemplaridad y sabiduría. Siento no haber tomado conciencia en etapas más tempranas de mi vida de la grandeza de este país y de lo mucho que puede aprenderse de sus gentes.
- (*) Ivan Morris: La Nobleza del fracaso. Héroes trágicos de Japón. Alianza Editorial (que me obsequió mi buen amigo Pedro Gil)
- Peter Drucker, en un artículo ya muy antiguo (1981) escribió en Harvard Business Review Behind Japan’s Success. Casi un clásico, aunque muy centrado en el Japón industrial hace frecuentes comparaciones con Estados Unidos.intelbridges.com/japanesedispositionuk
- Interesantes razones en: Explanation of unique characteristics of Japanese people …
Llevo muchos años viajando a Japón por motivos de negocios. Suscribo todo lo que dice. Es un placer tratar con ellos, serios, esos si exigentes, pero sin sorpresas. Enhorabuena por su artículo.
Amo al pueblo japonés, su sensibilidad es encomiable. Únicamente señalaría que la mujer desempeña un papel secundario y sus oportunidades reales en la sociedad japonesa dejan mucho que desear. Tienen que aprender de occidente y progresas en el reconocimiento de derechos de minorías como los homosexuales, etc.
Excelente, coincido en todo, el japonés es un pueblo admirable
También tienen una alta tasa de suicidios y quizás deberían mejorar su percepción y asimilación de la diversidad racial.
Lo que me encanta de Japón es, aparte de la seriedad para hacer negocios con ellos, que disfrutas de prácticas saludables, como su comida y estilo de vida, pese a que trabajan mucho, es el país más longevo del mundo.
Gracias por los comentarios. Es evidente que el pueblo japonés, como todos, tiene sus debilidades y sus defectos. Pero mi percepción es que se puede aprender mucho de ellos y es lo que he intentado transmitir en este post.
Los latinos también tienen sus virtudes, Quizás somos más creativos (dicen)
Japón es un país increíble, magnífico artículo, he trabajado alli durante cuatro años y puedo decir que ha sido la experiencia más interesante de mi vida profesional. Y sobretodo coincido en que cualquier país puede aprender mucho de Japón. Que nadie se engañe, e duro trabajar en Japón, pero se sale muy fortalecido de esta experiencia.
Enhorabuena, Andrés por el post. Coincido contigo : Japón es un país fascinante
Encarna, muchas gracias. Abzs
Soy español y me pongo en circulación muy temprano en Tokio. Antes de las 6 am y a esa hora veo muchos ancianos caminando por las calles con pinzas y bolsas de plástico limpiando de basura las calles. Caminando y recogiendo la basura en sus paseos, basura que ellos no han generado. .Efectivamente impresiona.