Murcia, vista por un inglés

Una ciudad para nosotros solos

Según explica la guía local ‘Murcia de Plaza en Plaza’, Murcia, capital de la región de igual nombre, «se encuentra en el sureste de la península Ibérica, sobre el fértil valle del río Segura, al abrigo de las sierras de Carrascoy, Cresta del Gallo y estribaciones del macizo montañoso de la Pila».

Estuvimos allí durante unas horas a principios de este año. De acuerdo con la Guía, tiene una población de 350.000 habitantes (442.573 según la Wikipedia). La cifra inferior es comparable a la de la ciudad vecina más cercana, Alicante, desde la que viajamos en tren. Al pasear por la ciudad, con sus características plazas y calles abiertas, vimos poca gente y nos pareció casi como si tuviéramos la ciudad para nosotros solos. La cosa cambió al deambular por dos calles: Trapería y Platería, imprescidibles para ver en su salsa a la gente de Murcia.

 

El sabor de una cerveza fría al mediodía

Murcia se fundó en el año 825 d. C. en una zona verde y pantanosa, pero ahora es conocida como la capital de la «huerta de Europa«. Tiene fama de tener sol todo el año y, ciertamente, fue así durante nuestra visita. Hacía mucho calor, pero eso no nos detuvo para pasear todo lo que pudimos; y valorar como nunca lo hicimos el inigualable placer de una cerveza fría a mediodía.

En lo que respecta a la comida, no elegimos bien y, por lo tanto, no podemos hacer ninguna recomendación al respecto (al parecer, las tapas son deliciosas y muy abundantes). ¡Qué pena! Al parecer Murcia tiene fama de ser uno de los sitios donde mejor se come de España. Seguiremos la guía de euroresidentes y prometemos no improvisar, tal como hicimos. Será nuestra mayor frustración hasta que volvamos.

¿Los nazarenos? (Semana Santa)

Nos llamaron la atención varias estatuas similares de personajes locales destacados, con sombreros cónicos, al parecer, típicos de la región, y rostros serios, en contraste con sus formidables sombreros. En todas las plazas que vimos había estatuas, además de jardines y árboles. Imaginamos que tenía algo que ver con las celebraciones de Pascua. Murcia tiene devoción por la Semana Santa. Al respecto es muy recomendable una visita al Museo Salcillo.

Murcia y su impresionante Catedral

 
 

Nos quedamos muy impresionados con la Catedral de la Plaza de Belluga. La primera piedra se colocó en 1388 pero se tardaron cuatro siglos en completar la construcción, por lo que debe ser un regalo para los estudiantes de arquitectura el intentar descifrar los diferentes estilos consagrados en ella.

Tuvimos tiempo para ver algunas de las 23 capillas que hay en su interior y sentimos especial admiración por las vidrieras, pero elegimos la hora equivocada para ir. La Catedral se cierra a los visitantes a la 13:00, por lo que fuimos amablemente acompañados a la salida cuando pensábamos pasar más tiempo allí.

Si no hiciera tanto calor podríamos haber dedicado algún tiempo a mirar la extraordinaria cara oeste del edificio, una celebración en sí misma del barroco.

El Rio Segura, la contaminación y el sentido de humor murciano

El río Segura atraviesa la ciudad de oeste a este y según leo es conocido por producir inundaciones ocasionales, como las que inundaron la capital en 1946, 1948, 1973 y 1989. Por desgracia, el Segura está considerado uno de los ríos más contaminados de Europa. Es una pena, proque su paso por la ciudad marca espacios muy interesantes y bellos. Actualización (febrero 2015): me comenta un amigo de Facebook que el río ha superado sus problemas, con interés busco noticias en la prensa española y veo magníficos titulares: «El Río Segura ha reducido su contaminación orgánica en un 90%». Hay que felicitar a las autoridades y a los murcianos,

 

Rio Segura a su paso por Murcia

También tiene la distinción de albergar a la única serpiente o pez artificial que no habíamos visto nunca. Con unos cuantos metros de largo, se puede ver su cola en un extremo y su cabeza -de la que sale un chorro de agua- en el otro. Hicimos varias fotos para convencernos de que lo que habíamos visto estaba realmente allí. ¡Una ciudad con sentido del humor! (PD una simpática amiga de Facebook me ha indicado que es una sardina ¡pobre ignoracia la mía!  He revisado mis libros y he descubierto el culto a este pez: el entierro de la sardina, una fiesta muy murciana, popular y divertidad. Adiós a mi Monstruo del lago Ness murciano). Mil gracias amiga.

Sardina en el Río Segura (que no monstruo Ness murciano)
 

La gente de Murcia sí que es muy especial

En tan poco tiempo solo podemos decir que tuvimos una experiencia muy agradable. La gente contribuyó a ello. Es agradable, se ve alegre y distendida. Prestos a ayudar al turista, lo mismo en cualquier establecimiento a la hora de comer y comprar. Lo hacen con sinceridad y naturalidad. Saben acoger a la gente de fuera para que se sientan como lugareños.

Nos gustan las ciudades y nos gustó esta. Tenemos que volver. La vamos a recomendar a los amigos y nos desquitaremos tomando las tapas que no tuvimos ocasión de disfrutar en esta ocasión.

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