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Dejar de Criticar

¿Te crees perfecto? Enhorabuena. Ya tiene una muy buena razón para ser generoso con los demás -a los que Dios o la naturaleza no les han dotado de tanta perfección-.

Consejos para dejar de criticar

No eres perfecto... pues un poco de humildad y comprensión hacia los demás... ¡Los humanos no somos perfectos! ¡Deja de criticar y sé comprensivo!

Cuantos textos y dichos populares nos advierten sobre la costumbre de criticar a los demás. Y no escarmentamos. La Biblia: "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra". O no digamos el refranero popular español: "Se ve antes una legaña en el ojo ajeno que una viga en el propio". Pero el caso es que no paramos de tirar piedras y de ver legañitas en ojos ajenos.






 






Es muy fácil caer en el error de criticar a los demás. A nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo... Las personas somos diferentes. Ni mejores, ni peores. Ha sido la diversidad uno de los factores que ha hecho progresar a la humanidad. Aceptar y respetar la diversidad es un acto de inteligencia suprema.

Hágalo de forma egoísta. Cuanta más generosidad y tolerancia practique, más capacidad intelectual tendrá su cerebro. Criticar es un factor importante en la escala de pensamientos negativos que nos perjudican psíquica y físicamente, según la psiconeuroinmunología.

Pasamos horas en analizar con detalle los defectos de los demás. Es un tiempo precioso que podríamos emplear en observarnos a nosotros mismos y combatir esos mismos defectos. Si vas a criticar a alguien practica el "pensamiento opuesto". Analiza de forma honesta, sincera y valiente ese mismo defecto en ti. Tu mente adquirirá mayor grandeza si la empleas en autoanalizarte y en tratar de superar tus propios defectos.

Criticar, obstáculos para las buenas relaciones humanas

A veces, cuando una persona critica en nuestra presencia a un tercero, nos vemos identificados con la persona criticada, nos molesta. También pensamos que esta actitud prepotente del crítico no nos librará de criticas a nosotros con otras personas. El que critica frecuentemente, va adquiriendo mala imagen.

Dale Carnegie daba el siguiente consejo: "Hable usted de sus propios errores antes de criticar al prójimo". Cuando llame la atención a su hijo por algo, piense en lo que hacía usted a su edad. Comience diciéndole: "Yo también a tu edad hacia lo mismo, incluso peor que tú...". Es muy sabio aplicar el dicho "Antes de que digan, digas", esto es, nos indica que es mejor adelantarse a los demás en explicar los defectos propios.

Piense en cómo hemos reaccionado nosotros mismos ante las críticas. Si no tiene mala memoria recordará que hemos reaccionado, en el mejor de los casos, a la defensiva o autojustificándonos; en el peor de los casos, atacando los defectos de la persona que critica. Recuerde ahora como ha reaccionado ante una alabanza generosa. Probablemente ha intentado actuar para merecerla realmente. Practique el arte de la tolerancia, la comprensión, la generosidad... le conviene.

Piense en política. Lo que diferencia a une estadista de un simple político es la capacidad para ceder y llegar a acuerdos de estado en beneficio de una nación. El estadista invita a la oposición a "apuntarse el tanto" a pactar y avanzar en temas importantes para un país. Es imposible que un estadista moderno emplee la crítica ácida y descalificadora con su adversario político.

Piense en la empresa. Los grandes empresarios son generalmente grandes líderes, personas capaces de motivar a cientos o a miles de personas, de hacer equipos, de entusiasmarles e ilusionarles con sus objetivos y ganar la dura batalla de la competencia. No critican, alaban, motivan. Criticar es una pérdida de tiempo y de dinero. Saben muy bien que la productividad crece con la motivación.

Para terminar otro refrán español: "Mayor gloria se alcanza defendiendo que acusando".

Actividades propuestas:

Primer día: Lleve una pequeña libreta de bolsillo con un lápiz. Apunte todas la veces que su pensamiento se ha inclinado en criticar a alguien con una palabra que sintetice la crítica en cuestión. Por la noche escriba, las veces que usted ha caído en lo que ha sido objeto de la crítica en cuestión. Por ejemplo, si reprocha a su pareja que gasta en exceso, apunte las veces que se ha excedido en su presupuesto o ha hecho gastos inútiles.

Segundo día: Alabe sinceramente a personas a las que ha criticado. Observe su reacción y comportamiento.

Tercer día: Lee Cómo mejorar las relaciones con los demás.

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