El riesgo de que una persona sufra la enfermedad de Alzheimer podría predecirse a través de una simple prueba de saliva.
Investigadores canadienses sugieren que el análisis de ciertos compuestos químicos presentes en la saliva podría proporcionar una forma barata y no invasiva para saber si el cerebro ha empezado a sufrir los cambios que podrían acabar con pérdida de la memoria y afectando a la función cognitiva.
Actualmente no existe ninguna prueba para detectar si una persona sufre la enfermedad de Alzheimer o si tiene riesgo de sufrirla en un futuro.
El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer requiere una evaluación médica completa con exámenes físicos y neurológicos y pruebas sobre el estado mental.
La presencia de ciertas sustancias en la saliva podrían servir como un indicador temprano de los cambios del metabolismo del cerebro que son característicos de las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer.
Se analizaron muestras de saliva de tres grupo de voluntarios: unos que fueron envejeciendo normalmente (con unas habilidades mentales de acuerdo a su edad), otros que sufrían de deterioro cognitivo leve y un tercer grupo que habían sido diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer.
Encontraron que aquellos sujetos a los que se les había diagnosticado una disminución de sus capacidades cognitivas, tenían niveles más altos de ciertas sustancias en su saliva.
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