Tener un patrón regular de sueño influye en la cantidad de grasa corporal.
Un estudio de la Universidad Brigham Young, que ha sido publicado en la revista American Journal of Health Promotion, muestra cómo levantarse y acostarse siempre a la misma hora podría ayudar a mantenernos en nuestro peso ideal.
Además, los resultados de la investigación también mostraron que dormir poco (menos de 6,5 horas) o mucho (más de 8,5 horas) está relacionado con un aumento de la grasa corporal. Las mujeres que durmieron entre 8-8,5 horas cada noche tenían menos grasa corporal, por lo que la variación de tiempo que determina si engordar o no, son 90 minutos.
Se monitorizó el sueño, la actividad física y la grasa corporal de 330 mujeres de entre 17 y 26 años durante una semana. Los autores observaron que unos patrones de sueño irregulares y una baja eficiencia de sueño están relacionados con adiposidad.
Tener una mala calidad de sueño podría estar relacionado con desajustes hormonales. Dormir mal afectaría a los niveles hormonales relacionados con la sensación de saciedad. Por lo que tener unos patrones de sueño constantes, incluyendo dormir una cantidad de tiempo suficiente, pueden ser importantes para modificar el riesgo de exceso de grasa corporal en mujeres adultas jóvenes.
Bailey BW, Allen MD, LeCheminant JD, Tucker LA, Errico WK, Christensen WF y Hill MD. American Journal of Health Promotion (2013). Más información.
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