Otra razón para dejar de fumar

Fumar puede hacer que el comienzo de la menopausia se adelante.

 
Hay un montón de razones para no fumar o para dejar de fumar. Además de afectar a los pulmones, aumentar el riesgo de cáncer y provocar daños en la piel, también puede afectar a los ciclos menstruales de una mujer.
 
Fumar puede causar que la menopausia se adelante. Las mujeres que fuman más de 10 cigarrillos al día son un 40% más propensas a comenzar la menopausia hasta 5 años antes que las no fumadoras.
 
La menopausia temprana está asociada a una mayor probabilidad de sufrir accidentes cerebrovasculares, problemas de corazón y osteoporosis. Además, se incrementa la frecuencia y la intensidad de los sofocos, y aparecen otros síntomas de la menopausia como el insomnio.
 
 

¿Cómo el tabaquismo puede adelantar el inicio de la menopausia?

 
Aunque no se sabe exactamente cuál es la relación entre fumar y el adelanto de la menopausia, algunas de las razones que podrían estar relacionadas son:
  • La menopausia ocurre cuando los ovarios dejan de producir estrógeno. Su aparición se asocia con un gen llamado Bax y un receptor llamada Ahr. Los compuestos químicos liberados por el tabaco afectan directamente a estos componentes genéticos, lo que parece que acaba afectando a las células del ovario. 

 

  • La nicotina del tabaco afecta al sistema nervioso central, lo que posiblemente se traduce en cambios en la secreción de hormonas

 

  • El humo del cigarrillo afecta a ciertas enzimas que participan en la forma en que el cuerpo maneja las hormonas sexuales.

 

  • Los cambios cardiovasculares asociados al tabaquismo reducen el flujo de sangre a los ovarios. Esto reduce la producción de ovocitos, de estrógeno y progesterona. La reducción de las hormonas empeora los síntomas de la menopausia que algunas mujeres pueden comenzar a experimentar durante varios años antes de la llegada de la menopausia. 

 

  • Fumar afecta a los músculos, los huesos y a las articulaciones. Eso se traduce en un mayor riesgo de osteoporosis. Las mujeres que fuman tienen una masa ósea significativamente inferior como consecuencia del efecto de inhibición de la nicotina sobre el estrógeno. 

Las mujeres fumadoras tienen un mayor riesgo de osteoporosis, fracturas de huesos, fracturas y debilidad ósea que las no fumadoras.

 

 
  • El tabaquismo aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular y de hipertensión arterial. Se cree que el estrógeno endógeno ayuda a mantener los vasos sanguíneos flexible que reduce el riesgo para la presión arterial y el accidente cerebrovascular. 

 

 
 
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