Formas simples de ser feliz
La felicidad es efímera y está sujeta a todo tipo de caprichos, desde el tiempo al tamaño de nuestra cuenta bancaria. Hay muchas maneras de apartarse del camino de la ansiedad, la ira, la frustración y la tristeza y adentrarse en un estado de felicidad una vez o incluso varias veces al día. A continuación se indican algunas ideas para empezar. Se pueden elegir las que mejor le vayan.
Practicar la atención plena
Ser conscientes de cada momento. En lugar de preocuparnos por un futuro examen mientras cenamos con nuestra familia, debemos centrarnos en el aquí y ahora; los alimentos, la compañía, la conversación…
Reírse a carcajadas
El simple hecho de anticipar un acontecimiento feliz o divertido puede elevar los niveles de endorfinas y otras hormonas que inducen placer y reducir la producción de hormonas del estrés.
Descansar
Dormir una siesta al día o meterse en la cama a las temprano una noche con un buen libro –y apagar la luz una hora después– puede hacer más por nuestro estado de ánimo y actitud ante la vida que cualquier tratamiento de spa o masaje.
Cantar siguiendo la música
Se ha comprobado que la música activa partes del cerebro que producen felicidad; las mismas partes que activan la comida o el sexo. También es relajante.
Ordenar: es casi imposible meditar, respirar profundamente o simplemente relajarse cuando cada superficie está llena de papeles, facturas y revistas y los armarios rebosan.
Aprender a decir que no
Eliminar las actividades innecesarias y con las que no disfrutamos.
Hacer una lista
No hay como escribir las tareas para organizar los pensamientos y calmar la ansiedad. Ir tachando cada anotación proporciona una gran sensación de plenitud.
Hacer las cosas de una en una
Las personas que realizan varias tareas al mismo tiempo son más propensas a tener la tensión arterial alta.
Desconectarse de las noticias
No leer el periódico, ni ver el telediario, ni consultar los titulares en Internet durante una semana. En su lugar, tomarse unas vacaciones de las miserias a las que estamos expuestos cada día a través de los medios de comunicación y utilizar ese tiempo para dar un paseo, escuchar música o leer un buen libro.
Perfumar el aire
Las investigaciones indican que los beneficios de la aromaterapia para aliviar el estrés son reales. En un estudio, se observó que las personas expuestas a romero mostraban unos menores niveles de ansiedad, mejoraban la alerta y realizaban cálculos matemáticos con mayor rapidez. Los adultos expuestos a la lavanda mostraron un aumento en el tipo de ondas cerebrales que sugieren mayor relajación.
Visitar un sitio tranquilo
Las bibliotecas, los museos, los jardines y los lugares de culto proporcionan momentos de paz y sosiego en el frenético mundo de hoy en día. Buscar un lugar tranquilo cerca de casa y convertirlo en nuestra escapada secreta.
Practicar el voluntariado
Ayudar a los demás nos permite poner nuestros propios problemas en perspectiva y nos proporciona interacción social. Las personas felices son más propensas a ayudar a los demás y ayudar a otros aumenta la felicidad. Un estudio mostró que el trabajo voluntario potencia los seis aspectos de bienestar: la felicidad, la satisfacción en la vida, la autoestima, la sensación de control sobre la vida, la salud física y la depresión.
Pasar tiempo a solas
Aunque las relaciones son uno de los mejores antídotos contra el estrés, a veces necesitamos tiempo a solas para recargar energía y reflexionar.
Dar prioridad a las relaciones próximas
Un estudio de más de 1.300 hombres y mujeres de diversas edades mostró que los que tenían un montón de amigos que los apoyaban eran mucho más propensos a tener bien la tensión sanguínea, los niveles de colesterol, el metabolismo del azúcar en sangre y los niveles de la hormona del estrés que aquellos con dos o menos amigos cercanos. Las mujeres y, en menor medida, los hombres, parecían beneficiarse también de las buenas relaciones con sus padres y familiares. Los estudios también indican que las personas que se sienten solas, deprimidas y aisladas son de tres a cinco veces más propensas a enfermar y morir prematuramente que aquellas que tienen sentimientos de amor, conexión y comunidad.
Cuidar el alma
Para muchas personas la fe proporciona una comunidad de apoyo, un sentido para la vida, sentimientos de aceptación definitiva, una razón para centrarse en algo más allá de nosotros mismos y una perspectiva intemporal sobre los problemas de la vida. Si no somos religiosos, una fuerte espiritualidad puede ofrecer beneficios similares.
Hacer un recuento de nuestras bendiciones
Las personas que se detienen cada día para reflexionar sobre algún aspecto positivo de su vida (su salud, amigos, familia, libertad, educación, etc.) experimentan una intensa sensación de bienestar.
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