La germinación sin semilla consiste en que una parte de una hortaliza se desarrolle hasta convertirse en una planta. Para lograr esto, toda nueva planta requiere de unos elementos básicos para su desarrollo: temperatura, agua, oxígeno y sales minerales. El ejemplo más común de germinación, es el brote de un semillero a partir de una semilla de una planta floral o angiosperma. La germinación puede implicar todo lo que se expande en un ser más grande a partir de una existencia pequeña o germen. Hoy te vamos a mostrar cómo germinar lechuga sin semilla.
Cómo germinar lechuga sin semilla
Hoy traigo una hortaliza muy consumida en todo el mundo. Normalmente en ensaladas, tan refrescante y ligera en esos días de verano en los que no apetece tomar nada caliente. Hablo sin duda de la lechuga, vamos a comprobar y a mostrar lo sencillo que es poder volver a rebrotar una lechuga. En el caso de otras muchas hortalizas, el único cuidado que hemos de tener es que la planta no se pudra. Para ello comprar o recoger del huerto, una lechuga fresca a poder ser, que no tenga signos de estar estropeada y luego una vez iniciado el experimento tener el cuidado necesario de que si vemos que se está pudriendo cambiar el agua y quitar esas partes podridas. Es importante cambiar el agua regularmente también.
Pasos a seguir para germinar lechuga sin semilla
- Cortar la lechuga y dejar la base inferior, aproximadamente de unos 3 a 5 centímetros.
- Una vez cortada la base, limpiar la lechuga de posibles restos.
- Separar y quitar las hojas de fuera para evitar que se pudra el resto de la planta.
- Introducir en un recipiente con agua que tiene que cubrir la mitad de la base.
- Poner a la luz del sol y esperar aproximadamente unos 15 días.
- Cuando ya hayan salido las hojas o brotes proceder a trasplantar.
- Antes de pasar a trasplantar, quitar las hojas podridas que puedan afectar a su desarrollo.
- Trasplantar a una maceta con tierra y regar con agua abundantemente.
