5 cosas sorprendentes sobre la lluvia que la mayoría de la gente desconoce

Con la llegada del otoño bajan las temperaturas y vuelve la lluvia, algo que no todo el mundo valora y de lo que mucha gente se queja, pero que es fundamental para la vida

Sin lluvia no habría plantas, ni cultivos; se secarían los estanques y los pozos; y el mundo, tal como lo conocemos, acabaría por desaparecer y con él, nosotros. Así, mientras unos se quejan, otros, especialmente, en el rural, celebran su llegada un año más.

A mí, particularmente, me encanta ver llover a través de la ventana con una taza de chocolate caliente entre las manos… ¿Pero qué sabemos realmente sobre la lluvia? ¿Es cierto todo lo que pensamos sobre ella? Al parecer no… Sigue leyendo y descubrirás 5 cosas sorprendentes sobre la lluvia que probablemente desconozcas.   

Photo by Erik Witsoe on Unsplash

1. La mayor parte de las gotas de lluvia nunca llegan a la tierra

Al menos, no hasta el final de su ciclo de vida. La explicación es la siguiente: las nubes se forman cuando una masa de aire cálido se encuentra con una masa de aire frío. En estos casos, por lo general, el aire frío empuja el aire cálido hacia arriba y este, a medida que sube se va enfriando hasta alcanzar un punto en el que se condensa y pasa de estado gas a estado líquido, es decir, se convierte en agua y precipita en forma de gota. Sin embargo, antes de llegar a la Tierra, ésta se encuentra con más aire caliente ascendente que la empuja hacia arriba. Es lo que denomina corriente ascendente y puede ocurrir muchas veces durante una tormenta. A medida que sube, más agua se condensa en la gota de lluvia, aumentando su peso. Finalmente, la gota cae al suelo cuando su densidad es más pesada que la nube de la cual se originó, cuando la corriente ascendente se extingue o bien, cuando se enfría y convierte en granizo, cayendo por su propio peso.  

2. No todas las gotas de lluvia están hechas únicamente de agua

Existe la denominada lluvia ácida, que se forma cuando elementos como el azufre o el nitrógeno se mezclan con el agua de las nubes para formar ácido sulfúrico y ácido nítrico, respectivamente. Estos elementos siempre han existido de forma natural en la atmósfera en pequeñas cantidades, debido a la acción de volcanes, pantanos, termas, etc. Sin embargo, la acción del hombre y, especialmente, toda la contaminación que emitimos a la atmósfera, han agravado el problema multiplicando considerablemente estas cantidades. Una parte de esta lluvia ácida cae, por lo general, en el lugar en el que se genera, pero otra parte puede recorrer grandes distancias y atravesar fronteras al ser impulsadas por el viento las nubes que la contienen. Dependiendo del suelo en el que caiga, esta lluvia puede llegar a ser muy perjudicial para el terreno, afectando a la calidad del agua, destruyendo gran variedad de organismos y matando parte de la vegetación.  

Photo by Ryoji Iwata on Unsplash

3. ¿Qué debemos hacer para mojarnos lo menos posible bajo la lluvia? ¿Caminar o correr?

Pues al parecer, “correr” (y refugiarnos bajo algún saliente, por supuesto). La respuesta está basada en una complicada fórmula matemática que analiza todos los factores implicados. En este vídeo puedes ver una sencilla explicación del por qué:    

4. Se puede predecir la cantidad de lluvia que va a caer en función del tipo de nubes

¡Y sin necesidad de ver la aplicación del tiempo de nuestro teléfono móvil! Los dos tipos de nubes más comunes que producen lluvia son las nimbostratus (o nimboestratos) y las cumulonimbus (o cumulonimbos). Las primeras son de color gris oscuro y suelen estar a baja altura, aunque no siempre. Cuando su acumulación es grande, apenas dejan pasar el sol, y siempre precipitan, por lo que podremos deducir que la lluvia es inminente; en general, será continua, pero no muy intensa. Las cumolonimbus, en cambio, son nubes de tormenta altas y densas, que suelen adoptar la forma de montañas, torres o castillos, con fondo oscuro. Estas nubes también producen granizo y relámpagos.  

Curiosidades sobre la lluvia

5. Las gotas de lluvia no tienen forma de lágrima

A lo largo de la historia, en libros, programas de televisión, etc.; siempre se ha ilustrado la lluvia en forma de lágrimas. Sin embargo, las gotas de lluvia no tienen esta forma en absoluto. En realidad, son esféricas cuando se forman y, posteriormente, se achatan, adoptando una forma más parecida a un pan de hamburguesa, a medida que van chocando con otras gotas de agua en su camino hacia el suelo.  

Lecturas relacionadas:

Los más vistos

Lo lamentamos. No hay nada que mostrar aún.

Sin Respuestas

Añadir Comentario