La germinación sin semilla consiste en que una parte de una hortaliza se desarrolle hasta convertirse en una planta. Para lograr esto, toda nueva planta requiere de unos elementos básicos para su desarrollo: temperatura, agua, oxígeno y sales minerales. El ejemplo más común de germinación, es el brote de un semillero a partir de una semilla de una planta floral o angiosperma. La germinación puede implicar todo lo que se expande en un ser más grande a partir de una existencia pequeña o germen.
Germinar una piña sin semilla
En esta ocasión vamos con el turno de la piña, una hortaliza que es muy fácil brotar una nueva planta de piña. Puedes hacer como en veces anteriores, con una piña comprada en un supermercado, en una frutería sin problema. Un dato muy importante para realizar este germinado satisfactoriamente, lo ideal es que tiene que ser con una piña más o menos verde o poco madura, viendo que las hojas del fruto están en perfecto estado. Las piñas muy maduras o amarillas, no sirven pues suelen fallar casi todas las veces. La piña le gusta el calor, así que hay que tener la precaución de no poner en exteriores y en sitios fríos porque sino la planta frenará su crecimiento e incluso puede llegar a morir.
Pasos a seguir para germinar una piña sin semilla
- Cortar la piña y dejar la parte superior, la corona a 1 cm donde empiezan las hojas.
- Una vez cortada la base, limpiar y cortar en torno a la base de las hojas.
- Introducir en un recipiente con agua que tiene que cubrir la base hasta llegar a las hojas.
- Poner a la luz del sol y esperar aproximadamente unos 30 días.
- Añadir agua cuando sea necesario y cambiar si está demasiado sucia o pastosa.
- Antes de trasplantar, quitar las hojas podridas que puedan afectar a su desarrollo.
- Trasplantar a una maceta con tierra y regar con agua abundantemente.
¿Te animas a intentarlo?¿ Has probado con otras plantas? No esperes más y hazlo tú mismo