¿Sabes cuando vas conduciendo a un lugar que no conoces demasiado y llevas muy alta la radio del coche? Entonces te das cuenta que te has desviado del camino y bajas la música a pesar de que ese gesto no te haga ver con mayor facilidad el camino correcto.
Así es tu vida.
¿El ruido de la radio? Ese ruido tan innecesario es el que chupa la energía en tu cabeza. Bajar el volumen de la radio te ofrece la claridad que necesitas. Realmente no sabes ni cómo ni por qué, simplemente lo sabes.
1. Fingir que todo está bien cuando no lo está
¿Te sientes abrumad@? ¿Sientes que no puedes dar más de ti? ¿Que estás agotad@? No sientas vergüenza al reconocerlo. No eres un robot. Así que no hay sonrojo ninguno en reconocerte a ti mismo que te sientes por los suelos.
Es algo natural en todo ser humano. El simple hecho de que seas capaz de reconocerlo significa que puedes cambiarlo. No siempre hay que fingir que somos fuertes. También somos vulnerables y eso está bien. Nos hace humanos y, como tales, capaces de cambiar aquellas cosas que conocemos.
2. Dejar que tu pasado destroce tu presente
Soy más fuerte debido a los tiempos difíciles, más sabia debido a mis errores y más feliz porque he conocido la tristeza. Esta verdad es igual para ti. Cada situación, cada conversación, cada angustiante, decepcionante y frustrante momento es un maestro. Nada es tan malo como parece. Nada.
Hay un beneficio oculto en los pliegues de cada experiencia. No saques hoy tu paraguas porque ayer llovió. Cada día es una nueva oportunidad para intentarlo.
3. Creer que tus mejores días están delante o detrás de ti
Te pasas la vida pensando cómo será tu futuro y recordando tu pasado. Lo que mucha gente no sabe es que hay dos días en el año en que nada se puede hacer. Uno es ayer y el otro es mañana.
Así que hoy, ahora, es el momento adecuado para amar, reír, trabajar y vivir. Sí. Porque este momento necesita tu atención. Porque este es el único momento y lugar en el que realmente estás vivo.
¿Qué harás con él?
4. Intentar aferrarte a quien eras antes de pasar una de las tormentas de la vida
Los tiempos difíciles son como fuertes tormentas que soplan en tu contra. No se trata sólo de que estas tormentas te impiden ir a lugares o hacer cosas que de otro modo podrías hacer. Soplan con tal fuerza que ponen al descubierto cosas de ti que ni tú mism@ sabías.
Eres capaz de ver en ti mism@ cómo eres en realidad y cómo actúas ante las cosas. Y esto es grandioso. Puede que te parezca ahora imposible, pero un día mirarás a tus tormentas pasadas y darás un silencioso gracias.
Para muchos de nosotros son las tormentas de la vida las que no han dado las llaves para conocer la compasión, bondad y fuerza que de otro modo no habríamos conocido.
5. Preocupaciones, preocupaciones y más preocupaciones sin tomar acción
La preocupación es el mayor enemigo del momento presente. Te robará energía y te mantendrá muy ocupado haciendo ¡¡absolutamente nada!!
Es como usar tu imaginación para crear cosas que no quieres. Es importantísimo que rompas con este hábito. Siempre será mejor estar exhausto por el esfuerzo que estar cansado de tanto preocuparse. No gastes tu esfuerzo evitando el esfuerzo. Haz que se haga. Ten el coraje de pasar a la acción.
6. Sacrificar todo tu ser por los demás
Cuidar de ti mism@ no te hace egoísta, al contrario, te hace desinteresado. De hecho, es la forma más sincera de desinterés que puedes experimentar. Sólo a través del autocuidado podremos cuidar a los demás.
Si quieres tener una relación de amor y apoyo con otra persona, primero has de tener ese amor y apoyo contigo mism@. Todo es cuestión de amarte y compartir ese amor con otros. Buscar fuera el amor que falta en ti no te llevará a nada bueno.
7. Dejar que los pensamientos negativos se lleven lo mejor de ti
No te creas todo lo que escuchas. Ni de tu propia mente. Elige ser miserable y encontrarás 100 razones para serlo. Elige ser feliz y encontrarás 100 razones para serlo. Es así de simple el 99% de las veces.
Hablar de nuestros problemas es una adicción que debemos eliminar. ¿Por qué no hablar de nuestros sueños y alegrías? Sé escandalosamente positivo. Divertido, creativo y ridículo si hace falta. Hará que te sientas mucho mejor.
8. Pretender tenerlo todo controlado
Déjate llevar y abre las puertas a la incertidumbre. La verdadera felicidad requiere coraje. No es fácil profundizar en los límites de la vulnerabilidad y bucear más y más en la esencia de lo que eres con el fin no solo de aceptar las partes imperfectas de ti mismo, sino también exponerlas a otros.
¿Qué más dará lo que otros piensen? Tienes que estar dispuest@ a liberarte de esas cadenas. Date un minuto para mirar al cielo sin pensar qué viene después o contemplar un atardecer sin subir la foto a Instagram. ¡Libérate de ti mismo!
Tenemos que dejar de lado al ego y decír «sí» al momento presente, al amor, a abrirnos más allá del dolor y, sobre todo, decir «sí» a arriesgarse.
Y recuerda, no estás sol@. A veces todos quedamos atrapados en nuestras propias cabezas haciendo cosas que nos impiden alcanzar nuestro verdadero potencial. La clave es ser conscientes de ello: conocer estos hábitos y cambiarlos.
Deja un comentario más abajo compartiendo tus reflexiones. Yo como siempre te espero en la próxima. Un gran saludo y un abrazo, Andrea.
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Gracias por compartir!!! excelente herramienta para nuestro bienestar
saludos
Gracias a ti 🙂 ¡Saludos!
Grande Andrea! Muy bueno!!! Esto es genial: “Elige ser miserable y encontrarás 100 razones para serlo. Elige ser feliz y encontrarás 100 razones para serlo. Es así de simple el 99% de las veces. ”
Gracias Marieta, ¡un placer!
mi abito toxico es el cigarrillo.
Uy, y tan tóxico c3b4Xx47!