Los resultados de una encuesta publicada recientemente en el periódico Británico, el Guardian, son preocupantes. Aparentemente el 40% de los Británicos tienen miedo de que van a quedar solos cuando lleguen a ser ancianos. Dos terceras partes de la población adulta tienen miedo de tener que vivir en un asilo cuando sean mayores y mas del 90% dijeron que sabían que no podrían sobre vivir con el dinero de la pensión del estado y tendrían que depender de sus ahorros. El 55% no creían que a los ancianos en el Reino Unido se les trata con respeto.
Aunque no se puede depender de los resultados de una encuesta cien por cien, las cifras sugieren que envejecer es un fantasma para mucha gente. Estos blogs son un intento de enfrentarse con la realidad de envejecer pero también desde un punto de vista positivo. En el ultimo blog nos enfrentamos con el hecho de que no hay respuestas fáciles para el proceso de envejecer y la provisión de ayudas suficientes para una población envejecida. Sin embargo las respuestas se tienen que encontrar. Por ejemplo, las instituciones benéficas en el Reino Unido estiman que la inversión del estado y individuales tendrá que ser cinco veces mayor para poder proveer al numero de gente que ahora viven mas años que nunca. Hay una gran cantidad de investigación sobre este tema en este país, parte de la cual esta subvencionado por el gobierno. El ministro de los servicios sociales, Ian Lewis, ha dicho que la prioridad en cualquier momento debe ser mantener la dignidad de los mayores.
Algunas personas tienen miedo del proceso de envejecer y aun mas a morir. En estos blogs ha habido comunicación entre dos Argentinos. Uno que tiene casi cincuenta años dice que la idea de envejecer y morir le da muchísimo miedo. Dice que ‘ser mayor es muy triste diga lo que diga la gente…soy una mujer que no quiere envejecer y lloro todos los días’. Pero su contestatario quien tiene sesenta años le ha ayudado a tratar con los ‘inevitables momentos de ansiedad existencial’ y ha intentado convencerle que ‘morir es simplemente una liberación o un cambio’.
La gente mayor cuando se juntan comparten sus historias de sus enfermedades y dolores y también hablan sobre como logran sobrevivir a pesar de sus dolencias. Hablan con nostalgia de las épocas que han vivido, una experiencia en común que nos ayuda a sentirnos unidos pero que espero que no nos excluyan de tener amistades con otras generaciones. (¡en realidad los días de antes nunca fueron tan buenos como solemos jurar!). Pero no hablamos mucho del final, de la muerte.
Quizás deberíamos.
B.R.
