Semiconductores: Palo Alto San Francisco Berkeley

Semiconductor: elemento que se comporta como aislante o conductor dependiendo de la presión, el campo eléctrico o magnético, la temperatura del ambiente o la radiación. Pues eso, semiconductores de la creatividad, la innovación, el arte y la tecnología y de las vanguardias, por qué no decirlo.

Viajamos desde Palo Alto a Berkeley atravesando el puente del tiempo que marca San Francisco. Viajamos con colores psicodélicos atentos a la sorpresa, al gesto y a las estructuras metálicas. Todo está vivo en este viaje titulado Black Friday. Uno lo siente en la piel nada más arrancarse en el andar, adrenalina semiconductora. Salimos de Palo Alto por la 101 y la primera visión estética se conecta con Oracle y su azul tecnócrata. Oracle y sus oficinas me recuerdan a un chip gigante, súper gigante, un chip que reparte aplicaciones fusión, almacenaje, servidores y cloud computing a todo el Bay Area y por el efecto mariposa a todo el globo. Aquí las cosas son así, hay que pensar en grande y por cierto nunca es bastante grande.

Decimos adiós a Oracle y en coche fabulamos pensando cuánto vale esta compañía criterio, cuanto costó el/los edificios de sus Headquarters y cuantas cosas saben que nosotros desconocemos. Aceleramos hacia San Francisco.

De la tecnología pasamos, de sopetón, al imperio de la publicidad y el marketing. Mirando por el visor de la cámara tuve la impresión de que estábamos volando hacia una galaxia nueva llamada Ipad 2. Casi nos lo comemos literalmente. Apple, siempre Apple. Solo faltaba Steve Jobs flotando entre la publicidad y los rascacielos diciendo algo así como: You Rock boy¡¡¡ Toda llegará. Lo cierto es que el anuncio me gustó, me atrajo y sedujo y es más, el tipo que decidió ponerlo ahí es algo más que un creador porque el efecto que produce con los rascacielos detrás es verdaderamente fascinante. Volvimos a acelerar, esta vez no por las prisas sino porque después de ver el Ad todos queríamos un ipad 2 y las pasta que llevábamos era para ropa del outlet de Northface en Berkeley. Lifestyle en el Silicon Valley, que gran título se nos ocurrió. Y cuánto material para contar y fotografiar. Me encanta este proyecto. Y rodando rodando, viendo la tierra rodar, como dice la canción brasileña, llegamos a Berkeley o mejor dicho a High End Hippieland. Flash, flash, flash. Aquí se acabaron los prejuicios, las normas y se cambiaron las leyes. Algo así como si se fundieran los plomos del logaritmo de Google. Y uno respira hondo y se siente normal o anormal integrado que no está nada mal por cierto. Lo primero que nos encontramos es una pick up (camioneta, tal cual, ca-mio-ne-ta) que vende pajareras, casitas para pájaros. Me sonrío y me viene a la mente un sarcasmo: pajarera semiconductora. Como me gusta esto. Nos miramos, no creemos lo que vemos, sonreímos de nuevo y esta vez no aceleramos sino que volteamos las cabezas dentro del coche para confirmar que lo que acabamos de ver es cierto. Pajareras. Seguimos en Berkeley, esta vez en la zona shopping. Hay mucha gente pululando de arriba para abajo, la retina se abre y cierra con su libre albedrío y de repente se detiene, enfoca y dispara. Retrato de Cruella de Vil. No le importa que la fotografie, es más, creo que ni me ha visto aunque estaba a metro y medio de ella. La observo, busco su aprobación para poder quedarme con la foto y aunque en la foto no aparezca, Cruella sonríe. Bravo, me encanta este personaje y me fascina su actitud me lo paso todo por…. Continuamos en Berkeley. Ya hemos comprado en Nortface Outlet. Barato es poco, casi regalado. Me compro unos pantalones verde. Entre los pantalones verdes de la nieve y las nike naranjas parezco un muñeco michelín vanguardista. Me siento bien, muy bien y en Berkeley me siento mejor porque nadie se sorprende de nada. De camino al coche retrato a mi hermano y a mi sobrino Cesar. Oscar lleva los mismos pantalones que yo pero en naranja. Cesar, cogido de la mano de su padre sentencia: Daddy, this is cool (papá esto mola)…

Son las 16:00 horas. Volvemos de camino a Palo Alto. Llevamos 6 horas dando vueltas y estamos cansados. Pero America no descansa y Berkeley menos. Estamos parados en un peaje con una cola inmensa. Mi hermano me dice, mira a tu izquierda. Y miro, y sigo mirando y vosotros váis a mirar y váis a seguir mirando porque yo no puedo expresar en palabras la foto que acompaño, es por eso que la titulo No Comment. Acompaño a modo de anecdota las palabras de sus pegatinas: Curing depression once smile at a time/ Ecosexual/ Welcome to the Nut House/ Do Big Fun Make More Art/ Never forget Robert Kennedy/ Rise and Infect, Make More Art/

Cierro los ojos después de tanta ausencia para ordenar el día. Recuerdo a mis amigos y me los imagino compartiendo esto. Abro los ojos mientras recorremos un puente de sabor metálico y escaleras hacia el cielo. San Francisco y su Golden Gate aparecen al fondo como un regalo del destino. Saco la cámara, disparo y la entrada del Pacifico queda reflejada en el negativo. God Save America.

Vincent Crown


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