El boom de las operaciones corporativas «puntocom»

Con frecuencia los inversores se preguntan si existe una burbuja en las empresas tecnológicas y si se podría volver a repetir un desplome similar al producido en las principales bolsas de valores a principios del siglo XXI.
Google compra Youtube por 1.650 millones de USD en 2006

La adquisición en 2006 de YouTube por parte de Google por 1.650 millones de dólares, encendió de nuevo todas las alarmas del mercado, ya que se trataba de la primera operación corporativa importante desde el estallido de la burbuja puntocom en el año 2000.

Se avivó de nuevo el apetito inversor, pero el estallido de la crisis financiera y económica en 2007-2008 volvió a enfriar este tipo de movimientos corporativos.

¿Realmente su precio se correspondía con esa valoración? Es importante precisar que, en esos momentos, YouTube era una joven plataforma de vídeos en Internet sin ingresos e inmersa en numerosas batallas legales relacionados con los derechos de autor.

Transcurridos ocho años, se ha demostrado que Google acertó con dicha compra. Actualmente, YouTube es el tercer lugar a nivel global en términos de tráfico y una unidad de negocio con una importante fuente de generación de ingresos para dicha empresa.

Facebook compra WhatsApp por 21.800 millones de USD en 2014

El importe pagado por Google en la adquisición por YouTube hasta puede parecer ridículo hoy en día, teniendo en cuenta las recientes transacciones de empresas tecnológicas.

La cifra de las operaciones F&A (Fusiones y Adquisiciones) se ha disparado en el último año, alcanzado su punto más alto con la compra de WhatsApp por Facebook por un importe cercano a 21.800 millones de dólares en febrero de 2014.

Históricamente, el importe de esta operación sólo ha sido superado por la megafusión que llevaron a cabo en el año 2000 la puntocom AOL y el grupo de medios Time Warner por un importe de 166.000 millones de dólares, la cual marcó el máximo de la primera burbuja puntocom.

Situación actual de las operaciones corporativas

El actual boom tiene su origen en el despegue de las redes sociales.

Gracias al fenómeno Facebook y al éxito de la salida a bolsa de LinkedIn, se ha reactivado una nueva etapa de crecimiento que parece no tener techo a día de hoy. Únicamente entre Google, Facebook, Twitter y Yahoo! acumulan 190 adquisiciones desde 2011.

Los 3 motivos por los que se pagan precios excesivos en este tipo de operaciones son los siguientes:

1. El desequilibrio existente entre oferta y demanda (no hay tantos servicios con una gran base de usuarios que crezcan tan deprisa, como WhatsApp).

2. La fuerte competencia entre los líderes de Internet por adquirir start up con importantes expectativas de crecimiento.

3. La necesidad de realizar movimientos defensivos para eliminar competidores.

Muchas de estas operaciones llevan aparejadas ampliaciones de capital en las empresas adquirientes. Facebook pagará a los propietarios WhatsApp 17.210 millones de dólares en acciones, mientras que, en el caso de la compañía de realidad virtual Oculus, el desembolso en acciones asciende a 1.600 millones de dólares de los 2.000 millones en los que se ha valorado la operación. En ambos casos, el pago en acciones corresponde con el 80% del precio final.

A todo esto, se le añade que los potenciales adquirentes pueden permitirse pagar precios excesivos por jóvenes empresas. No sólo disponen de una fuerte posición financiera (por ejemplo, Google tiene en efectivo 62.000 millones de dólares aproximadamente), sino que se aprovechan de su elevada capitalización bursátil. Así, por ejemplo, Google alcanza un valor bursátil de 358.000 millones de dólares, mientras que Facebook vale actualmente 188.000 millones de dólares.

Riesgos

La adquisición de WhatsApp ha encendido de nuevo las alarmas sobre una nueva y temida burbuja puntocom.

Se dan unas condiciones de mercado que está provocando esta tormenta perfecta: los potenciales inversores no desean abandonar la oportunidad de entrar en lo que podría ser el próximo Twitter o Facebook; Facebook quiere bloquear (mediante adquisiciones) cualquier start up con expectativas de ser un potencial competidor, y Google intenta evitar que Facebook se haga con otra joya del panorama puntocom.

Esta situación recuerda a la del boom puntocom, donde la alta valoración bursátil de los protagonistas de aquella era abonó el terreno a compras multimillonarias que se pagaron en acciones. Fue el caso de la adquisición, en 1999, de Geocities por parte de Yahoo! por 3.600 millones de dólares. El servicio se cerró una década más tarde.

El mercado señala la aparición de una nueva burbuja destacando los peligros de los métodos de valoración que se aplican en ciertos casos. Hablan de empresas sin prácticamente ingresos como Instagram o Tumblr que han sido compradas por una cantidad cercana a los 1.000 millones de dólares sobre la base de proyecciones optimistas de crecimiento de su audiencia.

Es verdad que esta forma de actuar ha funcionado en compañías como Twitter o Facebook, las cuales no generaron ingresos durante años mientras que construían su base de usuarios, pero esta situación genera el riesgo de asignar valoraciones alcistas a empresas que pueden quedarse en el camino, como ocurrió con MySpace.

Los defensores de estas valoraciones las justifican diciendo que existen unas notables diferencias respecto a finales de los años 90, cuando el numero de usuarios de Internet era poco relevante (130 millones frente a los 2.800 millones de usuarios en la actualidad), los ingresos por publicidad eran relativamente bajos y el comercio electrónico estaba en una fase embrionaria.

Autor del post
Jorge Hernández Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Murcia. Es responsable de Planificación Financiera y Reporting en el Grupo Digitex. Anteriormente, trabajó como Analista Financiero en el área de Valoración y Business Modelling de Deloitte.

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